Ensayo Sobre Sor Maria Troncatti

Sor María Troncatti - una vida donada con amor por los demás
"Para que el amor sea verdadero, nos debe costar. Nos debe doler. Nos debe vaciar de nosotros mismos." Santa Teresa de Calcuta.
Buenos días público presente.
La santidad es descubrir para que Dios nos ha enviado al mundo. Cuando finalmente logramos respondernos esta pregunta tan esencial para al menos la mayoría de los adolescentespero, en si hablando, para todos los seres humanos. Nos damos cuenta que tenemos todas la herramientas necesarias para nuestra misión, aquella misión que sin importar cuán grande sea no será demasiado para nosotros, o aun peor no será aquello que nos costara nuestra vida. Al contrario, lo que se nos ha encomendado cumplir en esta vida ira de acuerdo a las cualidades y dones que se nos hanregalado pero somos nosotros quienes decidimos cumplir como es correcto o simplemente desperdiciar nuestras habilidades por no haberle encontrado el verdadero sentido a nuestro vivir. Sucede que obviamente nadie nos prometió que sería sencillo ni nos advirtió que seria difícil, pero así como bien lo dijo Martin Lutero King-"si ayudamos a una sola persona a tener esperanza, no habremos vivido en vano". Yfue así como lo hizo Sor María Troncatti, aquella hermana salesiana por la que todos y todas nos hemos reunido el día de hoy, para recordar su vida y todo lo que hizo por el bien de nuestras comunidades shuar en el Ecuador.
Todo comienza, pues, cuando un 16 de febrero de 1883 la casa de la familia Troncatti - Rodondi se llena de alegría por el nacimiento de aquella niña a la que bautizaroncon el mismo nombre de su madre, María. Fue aquel día en el que María empezó a gozar del regalo de la vida viendo ante sus ojos por primera vez el pintoresco pueblito llamado Córteno  en la provincia de Brescia en Italia junto a sus padres Santiago Troncatti y María Rodondi. Creció en un ambiente de amor y respeto sumado al clima cálido por el cariño y el ejemplo de sus padres hacia ella y sushermanas Lucía y Catalina. María tú que hiciste honor al nombre hebreo que escogieron tus padres, la elegida, la amada por Dios tuviste una infancia como cualquiera de nosotros aquí presentes, nos demostrase que así como aquel santo salesiano de los jóvenes afirmaba: 'la santidad consistía en estar siempre alegres'. Y es que aquellos cantos, peleas, confidencias, juegos y aventuras inocentesacompañados del evidente encanto que tenias por la escuela y ni que decir de cuan asidua era en el trabajo de cuidar a las cabras.
Pero Dios fue tan generoso con ella que inclusive le salvó la vida cuando aquella llamarada de fuego la alcanzó, fue Él quien le dio una fe tan desmesurada desde tan pronta edad que resulta admirable cuando al perderse no tuvo miedo al obedientemente internarse en la selvaen búsqueda del rebaño perdido a pedido de su padre, quien resulto muy arrepentido después y que aliviado la encontró tranquilamente acurrucada bajo un matorral a lado del rebaño con la justificación de que había conservado aun en su corazón la gracia de la comunión del domingo.
Poco tiempo después y ya en su adolescencia se convierte en la formadora de su hermanito menor, Santiago, a quien consu sabiduría y temple enseño a asistir a la escuela. Pero ya desde sus diecisiete años despierta en ella el anhelo de pertenecer a Dios haciéndose religiosa misionera en tierras lejanas entre los leprosos. Es así que, a su mayoría de edad ella ya había tomado su decisión y a pesar de que su familia no estuvo de acuerdo, el amor de Dios se llevo el triunfo para que finalmente el 15 de octubresus padres cual, árbol que por acción del viento esparce sus semillas en vez de mantenerlas eternamente, se vean obligados a dejar ir a su hija a cumplir lo que soñaba en Tirano como novicia entre las hijas de María Auxiliadora.
En un inicio cuando ya María llegó a la comunidad no parecía estar del todo conforme, ella hacia todo lo que debía hacer pero nunca sonreía y sus respuestas eran simple...