Ensayo sobre vida de consumo
La vida ahorista. El olvido de la memoria.
INDICE
I EL GRAN MERCADO DE HUMANOS
II LA CULTURA MOMENTÁNEA
III SIN EFECTOS COLATERALES
IV MI PERSONALIDAD… LA DE OTROS
V A MANERA DE CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
I EL GRAN MERCADO DE HUMANOS.
En la segunda mitad del siglo XIX, el gran Karl Marx nos advertía sobre el modo perverso de funcionardel capitalismo. Un método: el método de la economía política, consiste en realizar abstracciones sobre lo fenoménico para llegar a categorías simples y regresar a lo concreto para analizarlo de una manera esencial. Ahora bien, en los tiempos modernos nos damos cuenta que las mercancías parecen estar sufriendo una transformación, una transmutación, convirtiéndose en seres humanos en sí mismos, ynosotros nos convertimos en mercancías, la unidad más fundamental del capitalismo.
¿Qué ocurre cuando nos convertimos en mercancía? Por el filósofo alemán Hegel, podemos reflejar en un sistema dialéctico la condición humana contemporánea: humano-mercancía; mercancía-humano. Así es que esto nos conduce a la posibilidad de un nuevo análisis en cuanto a las relaciones sociales en el mundo actual.Las famosas y tan recurridas redes sociales cibernéticas nos ofrecen una idea muy clara de lo que ocurre en estos tiempos. Tanto hombres como mujeres han encontrado en esas redes la posibilidad de salir de un anonimato que de otra manera, en el mundo real de carne y hueso, sería imposible. La red nos proporciona una manera de sublimar el yo y reflejarlo en un avatar al gusto del usuario. Comobien apunta Bauman “… la desnudez física y psíquica están a la orden del día”[1]; pero esta desnudez parece ser un fetichismo de lo subjetivo, pues el avatar respondería más a una no desnudez, sería más bien un disfraz, una forma de disfrazar al otro de yo, de revestirlo de lo que soy y no soy al mismo tiempo, un híbrido que según Zizek en un análisis lacaniano responde a una sola necesidad: la deel amor.[2]
Esta búsqueda del amor hace que las relaciones sociales parezcan más un mercado que un sistema social. Tanto hombres como mujeres están buscando constantemente ser el mejor producto, tener una reconversión constante, pues es en el mercado de humanos donde las personas obtienen status, que por supuesto es una herramienta utilísima en el mundo actual.
Haciendo una observaciónsomera, nos damos cuenta que los famosos salones de belleza, son ahora templos de la mercancía humana. Las personas acuden a estos templos en pos de mejorar el producto que son ellos mismos, de resultar más “agradables” a la vista humana y por si fuera poco, con el trilladísimo estigma de que la apariencia es lo más importante. Es por eso que, regresando al mundo cibernético, millones de personasestán tomando como principal el mundo virtual, desechando el mundo real-fáctico, pues en él, son mercancías de bajo nivel y consecuencia de esto, el status social que ostentan es bajo para esta brutalidad del mundo siglo XXI.
De esta manera, con dos mundos prácticamente compitiendo por la supremacía, la carrera es ganada, como apuntó Marx, por el fetichismo de la mercancía, con la diferencia quelas mercancías ahora son los humanos. Este bi-mundo, abre las opciones de elegir y ser elegidos, dos puestos clave en el funcionamientos de las relaciones sociales. Para ser elector de mercancías, al igual que un super-mercado, importan algunas características de manera primordial, como es el tener dinero y posición social. Teniendo un alto rango en estas dos, las personas pueden tener acceso amejores mercancías humanas (siguiendo con la búsqueda de el amor), mercancías por cierto líquidas, pues en el puro mercado humano, importa la apariencia, característica del amor líquido, característica que es una mera materialización de los sentimientos humanos. Ahora bien, para ser elegible, el producto debe ser impecable, estar a la vanguardia, vestir bien, usar buenos peinados y pensar acorde...
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