ensayo tontín incoherente

En primer lugar el eros o amor de concupiscencia, es la inclinación a la propia plenitud y por eso puede denominarse también “amor posesivo”. Al amar se desea la propia felicidad, el propio bien. Apartir de estas aclaraciones uno se puede llegar a preguntar: ¿no será el eros una concepción egoísta del amor? Las cosas son queridas para mí, pero ¿y las personas? ¿Es lícito amar a laspersonas“para mí”?
Por otro lado, la caridad (agapé, ἀγάπη) es el amor que surge sin tener en cuenta el cuidado de las circunstancias. Lewis lo reconoce como el más grande de los amores, y lo ve como una virtudespecíficamente cristiana. El capítulo sobre el tema se centra en la necesidad de subordinar los amores naturales al amor de Dios, que está lleno del amor de caridad.
C.S. LEWIS, Los cuatroamores,Rialp, Madrid 2008, p. 105.

“con mayor frecuencia lo que viene primero es simplemente una deliciosa preocupación por la amada […] Un hombre en esa situación no tiene realmente tiempo de pensar en elsexo; está demasiado ocupado pensando en una persona. El hecho de que sea una mujer es mucho menos importante que el hecho de que sea ella misma. Está lleno de deseo, pero el deseo puede no tenerunaconnotación sexual […] Y cuando en una etapa posterior despierte explícitamente el elemento sexual […] Lo más probable es que sienta que la inminente marea del eros, habiendo demolido muchos castillosde arena y convertido en islas muchas rocas, ahora, por fin, con una triunfante séptima ola, ha inundado también esta parte de su naturaleza: el pequeño pozo de sexualidad normal, que estaba allí ensuplaya antes de que llegara la marea. El eros entra en él como un invasor, tomando posesión y reorganizando, una a una, todas las instituciones de un país conquistado
En primer lugar el eros o amor de concupiscencia, es la inclinación a la propia plenitud y por eso puede denominarse también “amor posesivo”. Al amar se desea la propia felicidad, el propio bien. Apartir de estas aclaraciones uno sepuede llegar a preguntar: ¿no será el eros una concepción egoísta del amor? Las cosas son queridas para mí, pero ¿y las personas? ¿Es lícito amar a las personas“para mí”?
Por otro lado, la caridad (agapé, ἀγάπη) es el amor que surge sin tener en cuenta el cuidado de las circunstancias. Lewis lo reconoce como el más grande de los amores, y lo ve como una virtudespecíficamente cristiana. Elcapítulo sobre el tema se centra en la necesidad de subordinar los amores naturales al amor de Dios, que está lleno del amor de caridad.
C.S. LEWIS, Los cuatro amores,Rialp, Madrid 2008, p. 105.

“con mayor frecuencia lo que viene primero es simplemente una deliciosa preocupación por la amada […] Un hombre en esa situación no tiene realmente tiempo de pensar en elsexo; está demasiado ocupado pensandoen una persona. El hecho de que sea una mujer es mucho menos importante que el hecho de que sea ella misma. Está lleno de deseo, pero el deseo puede no tener unaconnotación sexual […] Y cuando en una etapa posterior despierte explícitamente el elemento sexual […] Lo más probable es que sienta que la inminente marea del eros, habiendo demolido muchos castillosde arena y convertido en islas muchasrocas, ahora, por fin, con una triunfante séptima ola, ha inundado también esta parte de su naturaleza: el pequeño pozo de sexualidad normal, que estaba allí ensu playa antes de que llegara la marea. El eros entra en él como un invasor, tomando posesión y reorganizando, una a una, todas las instituciones de un país conquistado
En primer lugar el eros o amor de concupiscencia, es la inclinación ala propia plenitud y por eso puede denominarse también “amor posesivo”. Al amar se desea la propia felicidad, el propio bien. Apartir de estas aclaraciones uno se puede llegar a preguntar: ¿no será el eros una concepción egoísta del amor? Las cosas son queridas para mí, pero ¿y las personas? ¿Es lícito amar a las personas“para mí”?
Por otro lado, la caridad (agapé, ἀγάπη) es el amor que...