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ESPUUOLA DE mAivcIAcIoN Y CornBILIDAD
Vol. )O;VI. n." 90
enei-o-mai.zo 1997

pp. 263-279

ALGUNAS CONSIDERACIONES
INTERNACIONALES
SOBRE LA CONTROVERSIA
ENTRE TEORIA
Y PRACTICA CONTABLE (*)
María Antonia García Benau
Universidad de Valencia

1. INTRODUCCION

Los primeros estudios que se realizaron sobre la relación entre teoría y práctica contable se sitúana finales de la década
de los sesenta, cuando la contabilidad consolidó su rango universitario en EE.UU.
Este hecho provocó la aparición en las revistas académicas y profesionales de los
priineros estudios sobre la inlportancia de
mantener estrechas relaciones entre la investigación contable y la práctica profesio(") Ponencia presentada en el Senlina~io
Cal-los Cubillo sobreA~ueijasTeizdeizcias e12 Cciztabilidad, Universidad Autónoma de Madrid,
mayo 1994.
Como consecuencia de esta presentación,
su autora recibió el encargo de realizar un estudio sobre la situación espafiola, que ha sido recienlemente publicado en 1996 por A C bajo
EA
el título Relacióii eizt1.e Teoría y Práclica Coiztable: U12 Atlálisis [le la Situacióiz eiz Espaiia

( N . del E.)

nal. El deseo de avanzaren correcta sincronización fue una de las ideas más importantes que latía en los trabajos aparecidos al principio de la década de los setenta. Desde entonces, y hasta nuestros días,
se han dedicado algunos esfuerzos a esta
cuestión, especialmente en los países del
áinbito anglosajón. Sin einbai-go, y a pesar
de que esisten posiciones que reclaman
con insistencia que la investigación deberíaprestar más atención a las áreas problenláticas de la práctica contable (Flint y
Shaw, 198l), los esfuerzos realizados no
son suficientes y, por tanto, la polémica
aún sigue abierta.
E n muchas ocasiones parece que la
existencia de posibles discrepancias entre
dos colectivos es algo coyuntural y que la
propia evolución, e incluso el paso del
tiempo, llevará a que se produzca unaaproxiinación de posiciones. En el tema
que nos ocupa, la propia necesidad de que
y
exista una estrecha relación entre ~eoi-ía

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práctica contable, parece que debería haber llevado a acelerar el proceso de unión
entre ambas. De hecho, iilicialmente esistía la impresión d e que el tiempo necesario para lograrlo no sería excesivo. Evid e n t e m e n t e , u n a vez l o g r a d a d i c h aaprosi~nación,
ésta contribuiría a q u e
nuestra disciplina alcanzara un desarrollo
inás estable. Sin embargo, los hechos ponen de manifiesto que esta inercia no funciona por sí misma.
Ahora bien, es difícil conocer, en una
primera etapa de investigación, los problemas potenciales que esisten y mucho lnás
difícil encontrai- soluciones a los misnios.
Los temas más complejos son los más diHciles desolucionar y sobre los que se requiere un debate más iinportante que, e n
ocasiones, se prolonga, de forina dilatada,
en el tiempo. Así ocurre con esta cuestión.
Al principio el debate se situaba planteando, en forma de reflesión, cuáles podían
ser los problemas. ?Faltaba la realización
d e estudios einpíricos que constatasen
cuál era la situación «de hecl-io», que perrriii-iera sostener orechazar las posturas
más teóricas. Dichos estudios no se Ilicieron esperar y pronto en-ipiezan a aparecer
los primeros trabajos empíricos. Los resultados de dichos trabajos muestran, en términos generales, la existencia de un «distanciainiento» (lo que e n la literatura
anglosajona s e ha denoininado go.p) entre
1
académicos 1 profesionales. Estas conclusiones parece que están siendo la pistaque
va a permitir avanzar en la aprosimación
de posiciones. Sin embargo, aún no podeinos ser n ~ u y
optiinistas, pues los resultados alcanzados no son inuy satisfactorios,
detectándose diferencias significativas en
los
temas importantes. De I-iecl~o, puntos
conflictivos siguen manteniéndose a lo largo del tiempo 1' algunos I-iablan de la inevitabilidad del distanciamiento. Quizá el tema...