Ensayo Voto Voluntario
A partir de las elecciones municipales del 28 de octubre del año 2012 en Chile se implementó la ley 20.568
que convirtió al sistema electoral chileno en el de inscripción automática y voto voluntario, de inmediato
todos los medios y actores políticos estuvieron pendientes de diversos factores de aquellas elecciones, principalmente de la participación ciudadana y el porcentaje de abstención, que alcanzó los niveles más
altos desde el regreso a la democracia, cercanos al 60%1 de la población, fue entonces cuando se
encendió el debate sobre si el voto voluntario ponía o no en riesgo a la democracia. Mediante el presente ensayo se demostrará que el voto voluntario no es una amenaza para la democracia, sino que una
manifestación totalmente legítima de esta.
Uno de los principales cambios que introdujo el nuevo sistema electoral fue el cambio de percepción sobre
lo que es el sufragio, con el voto obligatorio y condenado la ley viendo al sufragar como un deber
ciudadano, en cambio, en el voto voluntario la ley le concibe el sufragio como un derecho. El debate sobre si el voto es un deber o un derecho no se da sólo a nivel nacional, sino que en todo el mundo, y el principal
argumento que propone el concebir al voto como un deber es la protección de la democracia, debido a que
la representatividad se vería disminuida. Pero el voto, en efecto, necesita concebirse como un derecho y
un deber a la vez, es dónde está cada uno el cuestionamiento. Se opina que en el sufragio el deber se encuentra en la toma de decisiones (tanto en la de si ir a votar cómo por quién votar), y el derecho en la
libertad de tomar esta decisión, es totalmente contradictorio hablar de democracia en un sistema en el que
no hay libertad sobre la decisión de ir o no a votar por diferentes motivos, esto atenta tanto contra la libertad de acción como la libertad de pensamiento, por ejemplo, no estas permitiendo a un anarquista
pensar como anarquista y obrar como anarquista si lo obligas a ir a votar, pues esto va en contra de todos
sus ideales, y en el mismo caso pongámonos más drásticos, en el sistema anterior, si un individuo que
siempre fue educado en la política con civica, obviamente estaría inscrito en el padrón electoral y habría ejercido su voto, pero este mismo individuo, después de seguir estudiando y aprendiendo descubre que la
nueva ideología que lo convence y representa va dentro de la corriente anarquista. Esto lo haría estar en
contra de un estado y por ende, también de la elección de las autoridades del mismo, pero este individuo no
podría dejar de ir a votar, no podría hacer efectiva su ideología sin pagar una multa a cambio, atentando en contra la libertad de pensamiento solo por el hecho de que el voto no era voluntario.
Uno de los principales cuestionamientos al sistema de voto voluntario son los motivos por los que se decide
no ser partícipe del proceso electoral, declaraciones tale como “no votar es votar a los que otros voten, la
comodidad de transferir la responsabilidad ciudadana”2 son una interpretación totalmente arbitraria de la
decisión del ‘no votante’, que en cada caso particular puede tener una razón diferente. No se negará la
existencia de individuos que no asisten a los recintos electorales por ‘flojera’, por tiempo y hasta por
1
2
‘Una abstención de 60% marca la primera elección con voto voluntario’, El Mercurio, Lunes 29 de Octubre de 2012. ‘El derecho y el deber de votar’, Javier Arnal, Periodismo Católico, 2011
comodidad (lo cual no está mal, pues si no son individuos realmente comprometidos con su país, hacen un
bien al no permitirse llevar por el populismo y dejar la elección a quienes lo harán con un verdadero
compromiso detrás de esa preferencia marcada), pero no podemos meter a todos al mismo saco, menos ...
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