Ensayo
La diputada Carolina Tohá argumentó a Las Últimas Noticias del día miércoles 23, que ella si bien ha sido partidaria “de que la ciudadanía se organice por el tema de la seguridad, (no concuerdo) con cazas de brujas”.
A pesar de esta dificultad, cualquiera convendría con animada certeza que esta respuesta del futbolista FranciscoAnderson Huaiquipán a un periodista deportivo es digna de un sujeto flaite.
- Francisco, excelente partido, felicitaciones por sus goles. Pero, dígame ¿cómo está su pierna?
- Sí, mi pierna está bien en la casa cuidando a mis hijos, y le quisiera mandar un saludo, que la quiero mucho y que me espere con algo rico.
¿Conllevaría esto a afirmar con seguridad que Huaiquipán es definitivamentepiteable por el hecho de haber confundido la acepción formal de “pierna” por la que se tiene como jerga? ¿Acaso el hecho de que viva en La Legua lo hace execrable para la sociedad?
Desde la perspectiva de la campaña “Pitéate Un Flayte”, los flaites candidatos al cadalso “son seres que atacan al resto de la sociedad, acusando desamparo o negligencia (de las autoridades), escudándose en su clasesocial o económica. (…) Parásitos sociales que destruyen lo que a otros les ha costado dinero o sacrificio. (…) Se sienten discriminados, siendo que ellos (mismos) se discriminan al cometer actos vandálicos”.
El problema de toda esta polémica radica en que la palabra “flaite” significa, tanto lo que dice la diputada Tohá, como lo que atacan los organizadores de la campaña; por lo que cualquieradherente a la campaña estaría libre de pitearse lo que éste considere como “flaite”, sea cualquier tipo de una población marginal, sea cualquier sujeto que hable con cierto acento entre gangoso y cantado, sea el tipo de pantalones anchos que raya el último asiento de la micro.
Caracterizar un flaite sería reunir componentes difícilmente hermanables en otro lugar que no fuera nuestro país —talcomo los artesas, pero en versión siglo XXI—. El flaite es ciento-por-ciento producto chileno. Es una criatura híbrida de restos de diversas manifestaciones culturales desprendidas del descontento de la marginalidad: el hip-hop, desde la música hasta los pantalones holgados a la cadera, las zapatillas de marca con hiperlengüeta y la sudadera de basquetbolista; el tagging, es decir, el acto decolocar firmas en espacios públicos para decir “I was here”; el pandillerismo, donde bandos opuestos van con armas blancas y pistolas hechizas a amedrentarse los unos a los otros para demostrarse qué bando es el dueño de la calle, porque —a falta de un poder más trascendental— no tiene otro lugar donde asentarse como ser social que en su “pobla”. También conservan influencia de las cumbias villerasargentinas, basadas en el descontento de las villas miserias (campamentos) argentinas, pero ahora, la tendencia que irrumpe con más fuerza es el reggaetón, prima hermana caribeña del hip hop estadounidense.
La apariencia de un flaite siempre da cuenta de cómo “la gente de arriba” les ha alimentado un resentimiento fundado en las frustraciones causadas por una discriminación de la forma de hablar,de las oportunidades negadas que deben ser refugiadas en la organización en pandillas. Es lo único que les queda luego de vivir en una radical separación de mundos, en la cual ellos no tuvieron injerencia alguna.
Los metaleros como tribu nacen a mediados de los a?os 70?s en pa?ses como Inglaterra y Estados Unidos. En esa ?poca, bandas como Black Sabbath, Led Zeppelin, Deep Purple y Judas...
Regístrate para leer el documento completo.