Ensayo

8 de Octubre 2010
Me convertí en uno de los 100000 turistas que visitan diariamente la playa del Rodadero, disfruté la atracción costeña por las playas, su brisa y mar, fui testigo de una gran variedad de mujeres hermosas, la comida como la paz de este lugar es tal vez comparable con la del mismísimo cielo, creo, estar en el paraíso musulmán.
12 de Octubre 2010
Desde aquel martes 12 deoctubre, uno de los trabajos que por años había calificado como fácil, tuvo en mí un efecto de respeto y solidaridad por aquellos que solemos calificar como molestos pero que dependen del turismo para sobrevivir, hoy en vía de extinción, los vendedores de ceviche ambulante.
Camarón, Ceviche y Cevichero
A las 5:00 am un pequeño pueblo portuario fronterizo con Santa Marta, se halla en plenaactividad, “Pueblo Viejo” no aparece en las guías turísticas, es solo conocido por los vendedores ambulantes, a esta horas los pescadores encallan sus naves para ofrecer sus productos, no hay hoteles, guías turísticos o monumentos. Es un pueblo como cualquiera olvidado por el turismo.
Por ahí andaba yo con un cuaderno en la mano detrás de uno de los grandes veteranos en la venta del ceviche, “El Capi”buscaba el camarón perfecto para su producto, anduvimos un rato por plena multitud y atravesamos la algarabía de gente que a gritos hacia su pedido, un lanchero amigo del Capi nos entrego 8 libras de camarón por 100000, que es por lo general lo que compra diariamente, el camarón estaba en buen estado, blanco como el algodón, la cascara en su lugar con unas fuertes tonos rosados, lo ayude a cargarsu mercancía y nos fuimos para su casa.
En la casa del capi no había ni un solo reloj, me quede con la duda sobre la hora, ya había amanecido, pero seguí mamado por la caminata y la madrugada, me juague la cara, el Capi me pregunto que porque no me dormía una horita para cuando despertara el camarón estaba limpio, con mucha pena le dije que mi profesor era un poco jodido frente al tema de laexactitud y perfección del trabajo, tuve que estar despierto mientras el Capi ponía a hervir el camarón en una gran olleta con agua y limón, para luego sacarlo y uno en uno sacarle con delicadeza la cascara y el intestino.
El Capi solo carga dos libras de camarón para la playa, los guarda para él o para el otro día, ya terminado todo esto, el camarón reposa en una gran olla con hielo y muy poco¡ojo! Muy poco cloro, para evitar una posible infección del camarón pero morir intoxicado por el cloro.
Ese día exactamente, el día de mi crónica, el pronóstico del tiempo en Santa Marta anuncio como mínimo unos 29 grados en el Rodadero, yo no nunca escuche el anuncio pero empecé a sospechar del clima a las 9:00am cuando salimos, porque aun con todo el bloqueador del mundo y diez mil gorras enla cabeza mi piel se ponía como un tomate y pedía a gritos una sombra, al lado de mi sin bloqueador y con tan solo un enorme gorro de hilo el capi iba cargando sus dos libras de camarón en una nevera de Icopor, las especias, salsas y una tabla de madera con agarradera. Lo miraba con asombro porque además de esto llevaba una camiseta negra y un enorme chaleco obligatorio para los vendedores en laplaya, me resulto imposible creer que una persona pudiera acostumbrarse a tal castigo, como un chicle rojo y de mal gusto seguí al capi en su recurrido. En el chaleco reza “EL CAPI ES CONFIANZA”.
Sobre los primeros pasos en la playa él me explica que la parte más difícil de esto no es, ni madrugar ni muchos el calor, es la actitud despectiva y grosera de los turistas frente a los vendedoresambulantes, es un realidad que él vive diariamente, en todo mi entorno fui testigo de aquello, al vernos la gente voltea la mirada, evitando cualquier contacto visual con el temor de suponer una posible venta, algunas personas las más valientes veían a Capi acercarse y yo detrás de él y ahí mismo sacaban la excusa-no capi hoy no hay plata- este temor está basado según el Capi, en los estándares de...