ensayo
¿Cuánto nos puede decir un cuadro viejo?, ¿Qué secretos puede plasmar
su autor en un pedazo detela, usando magníficos colores?. Esta es la
Historia de Hilario, que al descubrir un viejo cuadro pintado
por su madre en la infancia, entro a un callejón …. Sin salida.Mar
Arriba del ropero del dormitorio de sus padres. En el mismo sitio a donde había ido a parar una variedad de objetos en desudo. Debajo de la sábana de polvo ypelusas que los cubría. Ahí encontró Hilario Cuevas aquel cuadro, cuidadosamente empaquetado y lo único rescatable del montón de cosas que su madre había ido colocando sobreel ropero a lo largo de su matrimonio. (¿Quién – que tenga o haya tenido un ropero – no lo usa o lo usó como una suerte de depósito de objetos que no se decide a tirar,aunque intuye que jamás volverá a necesitarlos?)
Aquel cuadro era un óleo de mediana proporción; enmarcado.
Sobre el ángulo inferior derecho de la tela, la querida letray firma que el joven conocía bien: Irenita. Junto a la firma, una fecha que indicaba que esa pintura había sido hecha por su madre cincuenta años atrás, como las otras quedecoraban una pared de la cocina y que pertenecían a la época de la niñez de Irene, cuando fantaseaba con ser artista plástica.
Nunca lo había visto antes. Por eso,Hilario se conmovió doblemente y – durante un rato – permaneció sentado sobre la cama de los padres, abrazado al cuadro con la mirada perdida en sus recuerdos.
La campanilladel teléfono lo volvió al presente
Ya habían colgado cuando atendió. Ahora estaba en su cuarto y aún cargaba – amorosamente – el óleo cuando se le ocurrió que...
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