Ensayo
En cada lugar se unían más y más personas al ejército independentista con la esperanza de mejorar su situación: 25 000 en una semana, 80000 en un mes; no obstante, no había armas suficientes, la mayoría de los sublevados luchaba con palos, machetes, picos, palas y hondas. Al llegar a Guanajuato, Hidalgo invitó a las autoridades locales a unirse a su lucha o bien, a rendirse pacíficamente, pero sus propuestas fueron rechazadas, se inició una batalla en la que los españoles fueron derrotados y el ejército insurgente entró en lapoblación. El intendente, los soldados realistas y los ricos, con sus pertenencias de más valor y con alimentos suficientes para dos meses, se encerraron en una gran bodega de granos, la Alhóndiga de Granaditas, para esperar la llegada de refuerzos. La población guanajuatense, indignada por la actitud egoísta y cobarde tanto de su autoridad como de los ricos, se unió a los insurgentes en su ataque ala alhóndiga. Lograron entrar, según se cuenta, gracias a la participación de Juan José Martínez, El Pípila, quien protegido con una gran losa en la espalda, llegó hasta la puerta de madera para incendiarla. Los victoriosos combatientes, enardecidos, saquearon casas, comercios y agredieron a los españoles, lo cual desacreditó la lucha. Ante esto, Hidalgo decretó la pena de muerte para quiensaqueara o matara. En esa ciudad, Hidalgo organizó su ejército y nombró un ayuntamiento para que la gobernara, luego avanzó hacia Valladolid (hoy Morelia), que se rindió para evitar los desmanes de Guanajuato y fue tomada por los insurrectos. Aquí Hidalgo publicó un decreto que abolía la esclavitud en toda la provincia. Allí también se unieron al ejército insurgente dos regimientos, y don José MaríaMorelos se presentó ante Hidalgo para ofrecerle sus servicios e incorporarse a la lucha. Este último comisionó a Morelos para que levantase en armas el sur del país y tomara el puerto de Acapulco, punto vital de la economía colonial. De Valladolid las fuerzas revolucionarias avanzaron a Zitácuaro y luego a Toluca, que fue tomada por el ejército insurgente, de ahí se dirigieron a la Ciudad de México.Al tener a la vista la capital, en el monte de las Cruces, el ejército realista salió al encuentro de los insurgentes, se libró una gran batalla la cual fue ganada por los insurrectos y abrió la posibilidad de avanzar hacia la capital. Por razones que muchos historiadores aún discuten, Hidalgo decidió no proseguir hasta la Ciudad de México y retrocedió hacia Valladolid; Ignacio Allende no aprobó...
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