ensayo
Raramente se escuchan historias de hombres que no permiten a sus esposas estudiar,trabajar o salir de día. Casi el 40% de las mujeres en edad de trabajar tiene un empleo, el número de alumnos matriculados en colegios y universidades está dividido equitativamente entre ambossexos, y el diferencial promedio de los salarios, en el que las mujeres ganan cerca del 70% de lo que ganan los hombres, es comparable al de las naciones industrializadas. Las mujeres estáncada vez más conscientes de sus derechos y exigen un trato igualitario en el trabajo y en la política.
En estas condiciones, el machismo ha sufrido una mutación. Hoy en día, se basamás en el control y en la coerción psicológica que en la discriminación o en las restricciones físicas. En cierto sentido, el machismo ha pasado a la clandestinidad. Profundamente enterradoen nuestras costumbres cotidianas, es casi invisible en las clases educadas... invisible, pero siempre presente.
Es posible que en muchas áreas se considere a las mujeres como a iguales,pero los hombres siguen siendo más iguales. En México, las mujeres no son dueñas de su tiempo. Cuando salen, gastan dinero, ven a sus amigos y amigas, todavía se espera que rindancuentas. Los padres, hermanos, novios y maridos se sienten con derecho a recibir una explicación detallada de sus actividades cotidianas, pero no aceptan que se les pregunte sobre las de ellos.En la casa, los hombres pueden decir «No me molestes, estoy viendo la tele», pero las mujeres no, pues se supone que deben de estar disponibles noche y día para su marido y sus hijos.
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