ensayo

Se quedó un rato recostado en el catre, aun sudaba, su camiseta empapada reflejaba la desesperación de sus pesadillas, aunque no quisiera pensaba en ello y le molestaba que sus sueñosfueran parte de sus debilidades. Solo me acuerdo del ahogo, como cuando se te va el aire, así, como si te apretaran el pescuezo. Me veo en un pasillo oscuro y solo. Me gustan los lugaresfríos y oscuros, tranquilos, callados. Lo que no soporto es el ahogo, la desesperación de querer respirar, de querer gritar y no poder hacerlo, le dijo alguna vez a su madre.
Tu lo que tieneses espanto –le respondió ella- se me hace que se te subió el muerto, algo malo debiste hacer. Y lo miró de una forma que nunca lo había hecho, como si hubiera descubierto suspensamientos.

Aquella anciana regordeta y bajita era la mas respetada del pueblo, conocía los nombres de las plantas y sus efectos en el cuerpo, había traído al mundo a casi todos los jóvenes, ytodos, la querían. A Dimas le hubiera gustado ser como ella, entera hasta el final, y cuando supo que debía morir, decidió venir a la ciudad, para que su nombre en el pueblo quedara comouna leyenda. Por eso nadie vino a su velorio, porque nunca se enteraron
Al Pelón lo había conocido en el entierro de su madre, trabajaba arreglando las tumbas, les ponía flores y limpiabala tierra por unos cuantos centavos. Se había acercado muy tímidamente a él para ofrecerle arreglar la de ella y le ofreció alcohol para tragar el dolor. Estaba tan solo como Dimas yregresaron juntos a la ciudad, en aventones. Don Santiago no se opuso a que trabajara con ellos, no era un chamaco de mal ver y con un saco encima le daba categoría al lugar. Nunca quisoquedarse en el cuarto de Dimas y prefería dormir en los velatorios. Le había tomado aprecio en esos tres años aunque de él solo sabía que era huérfano, y que le gustaba que le llamaran Pelón.