ensayo
Los acontecimientos son sencillos, pero Conrad escribe con delicadeza los caracteres de dos personas -o quizá sólo del capitán y de la ficción que se recrea sobre su nuevo huésped- y sus mundos de soliloquios y reflexiones. Contrapone loideal desmesurado en la figura del capitán contra lo determinado y monosabio de sus brutos oficiales y el resto de la tripulación. El mundo psicológico de El copartícipe secreto hace recordar la Novela de ajedrez de Stefan Zweig y el monólogo de Molly Bloom en el Ulises de Joyce: un pequeño Ismael -como el de Herman Melville- sale a la caza de su propia personalidad.
Conrad (1857) vivió suvocación secreta de marinero a través de algunos viajes y especialmente en la literatura. Desde el puerto de Marsella inició su primera travesía en el velero Mont Blanc y llegó a estar a cargo de un tres palos llamado Otago. El copartícipe secreto data de una época (1910) de madurez donde el rumor del oleaje está depositado en los suaves diálogos del joven capitán y su secreto amigo Leggatt, dos hombresque buscan nadar por un nuevo destino.
El capitán-narrador de este relato revive como propia, la desesperada experiencia de un intruso salido del mar que se ve obligado a recoger una noche en su barco; nadie más que él sabe que está a bordo; circunstancia que produce una sorda tensión en los protagonistas, que irá en aumento a medida que se desarrolla la historia.
La historia de Elcopartícipe secreto se abre con una minuciosa descripción del momento previo a la partida, del instante en que está por comenzar el viaje. El barco ha sido remolcado desde el puerto hasta la desembocadura del río Meinam y desde allí, emprenderá el viaje cuando el viento se lo permita.
El narrador protagonista de esta historia se encuentra en el umbral de la próxima experiencia: todos los preparativospara zarpar ya se han realizado, todo está listo; pero todavía no se ha iniciado el viaje. Desde la primera persona, el capitán ofrece sus impresiones sobre la situación. Indica con precisión la posición en la que se encuentra y lo que observa a derecha, a izquierda y al volverse hacia atrás. Ese estado inicial de la travesía es definido como una pausa, en la que la soledad, la inmovilidad, elsilencio, el atardecer son los rasgos predominantes:
• La soledad está acentuada por la ausencia absoluta de presencia humana. El único vestigio que se vislumbraba en el horizonte, el remolcador, ha sido "tragado" por la costa. Nadie puede observarse desde el barco: el capitán y el mar se encuentran frente a frente.
La quietud e inmovilidad dominan el espacio. El mar adquiere las cualidades desólido y estable, como si se tratara de una imagen estática. El narrador explicita que, en todo el espectro de su campo visual, nada se mueve y emplea una frase que abarca todas las posibilidades: "ni una canoa en el agua, ni un pájaro en el aire, ni una nube en el cielo".
El más profundo silencio cubre la inmensidad que circunda el barco.
El atardecer, el momento intermedio entre la luzdel día y la oscuridad de la noche, es el contexto de la observación. La semipenumbra todavía está surcada por el haz de luz que se oculta en el poniente.
La descripción pormenorizada de la situación permite caracterizar el instante breve pero intenso que precede la experiencia por vivir. Ese instante está definido por un estatismo que parece difícil de franquear y por la ansiedad de...
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