ensayo
Visualizar el silencio como un elemento activo dentro de la terapia me parece que abre un panorama diferente. La autora lo propone en el sentido en el que el silencio es una herramienta que puede fomentar que el paciente reflexione más acerca de sí mismo y por tanto tenga un mayor conocimiento de su self y de sus recursos, es decir una forma en la que el paciente puede, mediantela introspección que permite el silencio, fortalecerse y enriquecerse. Yo añadiría que conceptualizarlo en primer lugar como una herramienta activa dentro del proceso terapéutico permite varias cosas: en primer lugar el hecho de entenderlo como una herramienta hace presuponer que nosotros podemos estar en control de esa herramienta y podemos cuando este aparece “utilizarla” en el modo en el quenosotros creamos que es mejor hacerlo para que el cliente se beneficie, por otra parte, también entender el silencio como algo activo amplia nuestra comprensión para concebir el hecho de que aún cuando un cliente no está diciendo nada o cuando no se está diciendo dentro del setting terapéutico, algo esta sucediendo, esta cualidad de elemento activo, lo coloca de esta forma: el mismo silencio nosestá diciendo algo y no precisamente me refiero a un sentido psicoanalítico de interpretar ese silencio (como resistencia por ejemplo) más bien me refiero a que ese silencio puede estarnos diciendo muchas cosas: el cliente está reflexionando o necesita más tiempo para elaborar lo que le dijimos, no está de acuerdo con lo que expresamos, entre otras más.
Durante el artículo se menciona que inclusopodemos utilizar el silencio no sólo para observar que está sucediendo en el cliente, también lo podemos hacer para observar que está pasando con nosotros. Muchas de las veces, los terapeutas que no contamos con tanta experiencia solemos sentirnos sumamente incómodos cuando silencios prolongados se presentan durante la terapia, podemos pensar que el cliente notará esto y se dará cuenta de nuestra“ineficacia” para decir algo más o incluso para ayudarlo y yo creo que es cierto que la experiencia colabora para que los terapeutas puedan utilizar de una mejor manera los silencios, para que no se sientan tan abrumados cuando estos acontecen y para que sepan en que momento dejar que el paciente siga reflexionando o cuando intervenir y decir algo. Los que cuentan con mayor experiencia normalmentepueden tolerar mejor los silencios y esto como argumenta claramente la autora propicia que el cliente se sienta a gusto con esas pausas que le permiten explorar a fondo que está sucediendo con él, en la línea que ella maneja, el terapeuta que soporta y sobretodo acompaña un silencio, fomenta que el cliente se contacte con su self y este a su vez se vea favorecido de esa introspección.
Siguiendo conese punto, hay algo que considero fundamental retomar y es que a veces sólo basta con “acompañar” un silencio, es decir, estar ahí presente con la persona mientras esta reflexiona o cuando simplemente no sabe que decir, es útil si nosotros estamos ahí, sentados respetando ese momento y proporcionándole al cliente la valiosa oportunidad de estar en una relación que valide lo que hace incluso...
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