Ensayo


Nicaragua en la historia: el resultado de un pasado y un futuro incierto. Desde la antigüedad se ha tomado a nuestra nación como objeto de envidia y avaricia. Surgieron y surgen hoy hombres con feroces pasiones que nacen en lo llano, en lo oscuro, en la mentira. Hombres que se han aprovechado de la ignorancia que se apoderaba de la Nicaragua inocente; hombres que valiéndose de nuestro desatinocreían que algún día el cielo perdido sería encontrado por ellos. Que lo habrían de gobernar. La sangre por el oro.
Que el propiciar una transformación a fondo en el pasado sería la única solución a la miseria en la que habíamos caído por solamente ver nuestro reflejo, nuestro dulce y luchador rostro. La tierra que Colón miró al tornarse en un navegante perdido entre la niebla del océano habríade dar inicio a una nueva era. De oro y verdad decían; tierra de Jesús y María. ¿Aquel viaje habrá creado en nosotros esa mentalidad decadente de culpar a los demás por nuestra desgracia? Que países extranjeros serían hoy aclamados como infames creadores del engaño y la lluvia errante de un cielo jamás conocido.
La soberanía defendida a machetazos de campesinos criados por mujeres, golpeadas porsus maridos. Que lo veían como bendición. El ver salir el sol sin tener que depender de seres de otro mundo para poder sobrevivir en la razón y la existencia vaga del hombre pecador.
Tomaremos el gran ejemplo de Tomas Martínez al negarse a sí mismo y a las riquezas. Rechazar a unas cuantas almas impregnadas de ambición y de visiones oportunistas del futuro. Esas almas regresaron por el lugar dedonde vinieron. Regresaron a su infierno; al lugar que llaman vida y verdad.
Todo quizá dio inicio a la venida del predestinado de los ojos grises o quizás desde muchos soles y lunas atrás. Desde nuestros indígenas. Desde nuestro primeros pobladores. Los únicos y verdaderos dueños del paraíso caído a la tierra. Todo habrá comenzado desde aquel encuentro de dos mundos. Ese encuentro que demostróque no éramos animales o seres extraños. También sabíamos pensar. También sabíamos creer y hablar con razón y verdad. Creíamos en un Dios. Creíamos en la verdad revelada a nosotros, a nuestros ojos, a nuestra mente y vida.
Será que más allá del drama de la guerra sufrida por nuestra patria, veremos algún resultado que bendiga la tierra cubierta por sangre campesina. La sangre que bañaba a la dehermanos indígenas; por sus muertes, por sus sacrificios, por el ser pertenecientes a una tierra bendita.
Hoy, todo se basa en riqueza y pobreza. Aquel mundo utópico nacido siglos antes llamado globalización nos agobia y hunde más en la desgracia producto del pie de los Grandes sobre nuestra cabeza. Aún recuerdo cuando la vida no valía. Aún recuerdo cuando sólo se vivía por vivir. Fuimos hermanos.Fuimos hijos de una misma madre. Ahora nos odiamos. Nos creemos superiores o menos que otros. Somos una imitación barata y odiada de seres invasores de poder y asentados en su trono de muerte e imperio.
Si bien Nicaragua es, indiscutiblemente, la más rica de toda Centro América, aún nos creemos míseros y errantes vagabundos sin destino y pasión. Pasamos una metamorfosis devastadora que nos haconvertido en seres absolutos y ya no más dependientes del sol. Somos dependientes del mismo hombre. Nacemos, crecemos, morimos y volvemos a nacer para vivir para otros. ¿Dejamos la esclavitud? ¿Para qué? Si hoy vivimos inmersos en el vacío de la soledad por una vida mecanizada que aplasta a los inocentes. Ellos necesitan voz. ¿Verdad? Acaso consideramos hoy a nuestra mentira como una verdadprofesada por nuestra garganta y pensamiento muerto y vivo al mismo tiempo.
Nacemos en una tierra sagrada. ¿Lloramos al salir del vientre de nuestras madres? Qué cielo fue, sino el de Nicaragua, el que lo escuchó y lastimosamente escucha las voces de ángeles pidiendo igualdad y respeto por la vida. Aquel respeto negado a Caciques y sacerdotes. Aún resurgen de aquella plaza el olor putrefacto de los...