Ensayo

A veces es difícil saber que distingue a los buenos maestros de los malos, o mejor digamos, los más competentes de los que no lo son tanto. Una de estas características es el tacto con sus alumnos,motivado por un interés auténtico en su bienestar y no solo por el salario o por evitar riñas con los padres de familia. Esta característica se manifiesta de innumerables maneras, dentro y fuera delaula. El maestro que tiene tacto sabe cuándo no intervenir en la vida de los alumnos y cuando hacerlo, aprovecha las experiencias del niño en su clase y lo incita a participar dándole confianza de queno quedará en ridículo, se adapta a las características de cada alumno cuando ellos necesitan de su atención directa y tiene toda la seguridad que le da el saber que ha logrado desarrollar el don deimprovisar sin que la clase parezca hecha al vapor, y tomando en cuenta siempre a sus alumnos para administrar la dosis exacta de explicación, actividades, descanso, llamadas de atención, etc., quepropicien un aprendizaje significativo en ellos.


Teniendo tacto con nuestros alumnos lograremos influir en nuestros estudiantes sin autoritarismo, sin controlarlos. Así no crearemos en ellos unsentimiento de dependencia ni de impotencia, es decir, que los niños no esperarán a que nosotros les digamos exactamente lo que tienen que hacer ni se sentirán incapaces de hacer algo si no les decimoscómo. El tacto logra muchas cosas en la educación que son necesarias en el desarrollo de los niños, como tener su propio espacio, estar protegidos, sanar sus heridas emocionales y subir su autoestima paraque su crecimiento sea integral.

El tacto trabaja de muchas formas diferentes, hablando de la manera correcta en cada caso, callando cuando es necesario, con miradas, gestos, lenguaje corporal,aprovechando los momentos clave en la clase y poniendo siempre un buen ejemplo. Tener tacto con un alumno deja marca en él, nos hace parte de sus experiencias más entrañables, no lo deja olvidarnos....