ensayo
El poeta le cantó a su amada, sólosupo cantarle a ella. Dedicó sus más apasionados versos, alabó su cabellera perfumada como brisas de mar, soñó sus ojos comouna inmensidad azul poblada de silencio, encendió sus poemas con lallamarada blanca de su piel, recostó la cabeza con su regazo y descubrió con su palabra la penumbra misteriosa de suvientre. Cantó su belleza en sonetos desesperados, odas transparentes y dulces baladas.Vivió sólo para inmortalizarla. Cuando ella lo abandonó, el poeta se quitó la vida. El pobre nunca pudocomprender que la carne de la mujer es exigente, y que no sólo hay que cantarla, sino tambiénservirla.
(León David, de Narraciones Truculentas)
2. Horacio Quiroga
Quiroga vertió ensus libros su inagotable pasión por el reino animal. ¨Cuentos de la selva¨, (publicado en 1918), reúne ochorelatos en lo que las bestias se convierten en protagonistas casi humanos derelatos que transcurren entre montes, ríos, países desérticos y los parajes frondosos e impenetrables de una selva que cobijatortugas gigantes, abejas haraganas y hormigas ciegas.
3. Elhambre y el crecimiento poblacional
El crecimiento de la población está determinado, en un último análisis, por el juego entre dosfactores fundamentales: fecundidad y mortalidad. Todo loque afecta a la vida de una población, la afecta a través de uno u otro de estos dos factores, puesto que, el hambre, indiscutiblemente eleva elíndice de mortalidad. Se ha creídosiempre que operaba como las guerras y las plagas en contra del crecimiento de la población. Parece paradójico pues, decir que el hambre, lejos de llevar a ladespoblación, tiende a dar lugar asuperpoblación. No obstante, mi afirmación se basa en una serie de hechos comúnmente observados que, después de períodos de calamidad, hambre y peste, la población acelera... [continua]
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