Ensayo

15 de Marzo de 1830
Esta tarde fui con mamá al palacio de Hierro. Estaban anunciando una gran barata y papá insistió en que se comprara un vestido. Cuando hay tiempo, nos gusta caminar por laavenida Juárez mirando las paleterías y tiendas de regalos, viendo los carteles en el cine Alameda, el escaparate de la Casa Hans con sus hermosas pieles, la librería y galería Mizrachi, los finos regalosde la Casa Nieto. A mamá no se le escapa ni un detalle nuevo.

Esperando que pasaran los tranvías y el policía nos diera la señal de cruzar San Juan de Letrán, mamá comenzó sus clásicoscomentarios, esta vez indicando el edificio en la esquina izquierda de Madero. Sorprendetemente no comentó sobre el edificio de Nacional Provincial, donde estábamos paradas. Es el más alto De México, con sus 14pisos.
Sonó el silbato del policía que, parado en su banco y con sus guantes blancos, nos daba la señal de cruzar. Cruzamos y mamá le dio un quinto al cilíndrelo que siempre está en la esquina con suchanguito sentado en el hombro y, como ritual, entramos a la fuente de sodas de Lady Baltimore para tomar un sorbete de limón, hecho con agua y crema, delicioso y refrescante.

Al salir las dos nospersignamos 2 veces frente a la iglesia de San Francisco, “con su excelsa fachada que, gracias a Dios, todavía esta intacta, lo único que queda del primer convento de la Nueva España, comenzando en1524” (Mi primera lección de chiquita sobre la bien conocida historia de la ciudad que mamá cuenta). Cruzamos de frente a la tienda de High Life que también nos gusta visitar. Se anunciaba una granbarata: traje de casimir para señor $49.50, sombrero de fieltro fino $13.50, camisas $4.85 y zapatos “$14.95”. También había una gran novedad: Las faldas han subido a media pierna y todo viene menosentallado, ablusado, suelto, sacos largos. Mamá se resistía a gastar en un sombrero nuevo, pero la jalé de la mano y bajamos al departamento de sombreros. Escogió un modelo de paja, ala ancha y una...