Ensayo

Adiós a la nieve de fresa y que nadie salga lastimado: Por qué la guerra de los sexos es injusta con las mujeres y los hombres gay. Alfonso Santillán.

Si creemos estrictamente en las condiciones culturales en las que hemos crecido, entonces pensaríamos que los hombres son a duras penas poco más que penes andantes y sadomasoquistas hábiles para destruir todo lo que se encuentre a su paso. Sonmentirosos e infieles rompedores de corazones que piensan con la verga, objetifican a las personas, juegan juegos mentales, envían señales poco claras, no saben lo que quieren y se niegan a comprometerse. Solo escucha a la lejanía una conversación con dos o más participantes femeninos y encontrarás suficiente evidencia para avalar este párrafo.
Aunque hay un cierto porcentaje de verdad en cadageneralización, los estereotipos negativos son el producto de cerebros flojos; algo de balance saludable es necesario para analizar concretamente las situaciones. Sabemos la verdad, y la verdad es que algunos hombres mienten, que algunos hombres son inmorales, que algunos hombres no son de fiar –pero esta verdad es aplicable a cualquier miembro de la raza humana, no solo a niños estúpidos. Algunos, eincluso la mayoría, de los hombres son asnos insensibles, al igual que algunas, e incluso la mayoría, de las mujeres son perras manipuladoras. Todos ocasionalmente somos rechazados, todos ocasionalmente nos vemos lastimados, y todos ocasionalmente sentimos a nuestros frágiles corazones ser maltratados, arrastrados por el suelo dejando un rastro de sangre con dirección a un contenedor de basura.Así es la vida. Y la mejor parte de ella, es que continúa.
Más aún que ello, crecer significa tener necesarias confrontaciones con nosotros mismos. “Somos pesimistas” dice el existencialista británico Colin Wilson “porque la vida parece una muy mala, muy retorcida película. Y te preguntas ¿Qué demonios está mal con el proyector? Vas a la sala de control, y te encuentras con que está vacía. Tú eresel protagonista, y debiste estar ahí arriba todo este tiempo.” En otras palabras, apuntar con el dedo es una de nuestras más elementales reacciones infantiles –culpamos de todos nuestros tormentos personales a nuestros padres o a nuestros exes o a nuestro entorno o a nuestro ecosistema, y las mujeres son las peores culpistas que conozco, prefiriendo sucumbir a una cubeta de nieve de fresa en vezde ponerse los pantalones y confrontar la fuente de su dolor. Y como odio tomar responsabilidad de mis acciones tanto como amo malgastar el tiempo, debemos dejar de pensar de esa manera y dejar de culpar a la sociedad, a los medios de comunicación, a la industria de la pornografía, al sistema educativo mexicano, a la derecha Católica o al calendario lunar por el hecho de que los hombres tratan asus parejas como mierda. Los hombres tratan a sus parejas como mierda por una simple razón:
Sus parejas los dejan.
No entiendan mal; no estoy en contra de nadie aquí, mucho menos de los hombres, puesto que yo mismo soy uno. Es solo que me parece de idiotas en el siglo 21 que sigamos culpando a las víctimas de violaciones por vestirse de manera provocadora y considerar a las mujeres que hantenido múltiples parejas sexuales zorras, mientras que los hombres practicantes son dioses. Y no estoy diciendo que los hombres no deberíamos crecer, y tomar responsabilidad de nuestro comportamiento, y dejar de actuar como asnos egoístas. Pero las mujeres y todo tipo de parejas maltratadas parecen culpables de malentender lo que el verdadero feminismo es. No se trata de tener poder SOBRE los hombres,sino de tener poder sobre sí mismas. No, no es tu culpa si el hombre en tu vida no hace otra cosa más que darte problemas y sacarte lágrimas, pero cuando aceptas ese maltrato como el pan de cada día sin una sola palabra de protesta, inmediatamente pierdes el derecho a ser una víctima. Fuerzas más allá de tu control pueden quitártelo todo excepto una sola cosa, tu libertad de elegir como...