Ensayo
En latín, salida se dice "exitus", que los ingleses tradujeron por "exit".
La inteligencia conduce aléxito.
Aquel mismo idioma, madre del nuestro, cuyo estudio hoy les parece superfluo a algunas autoridades universitarias, tiene un verbo "stupere", que significa quedarse quieto, inmóvil, paralizado y en sentido traslaticio, mentalmente detenido como delante de un cartel que dijera "Stop".
De aquí deriva la palabra "estúpido": hombre que permanece entrampado por un problema sin atinar con lasalida, aunque a veces adopte la agitación convulsa de una mariposa encandilada por una luz muy fuerte o los movimientos desesperados de un animal dentro de una jaula.
Hablo siempre de lo ocurre en la mente. Las dos únicas reacciones del estúpido serán la resignación o la violencia: dos falsas salidas, dos fracasos.
Salvo casos patológicos, todos somos inteligentes frente a un tipo deproblemas, y estúpidos respecto a otros tipos de problemas.
Pero nuestra inteligencia y nuestra estupidez no dependen de nuestra moral. Hay inteligentes moralmente canallas, y hay estúpidos moralmente intachables.
Cuánto deben la inteligencia y la estupidez a los genes, y cuánto a la educación (digamos la gimnasia), es un asunto que dejaré de lado para que no me usurpe todo el espacio del quedispongo.
Pero no querría pasar por alto un dato: sin el auxilio del intelecto (esto es la capacidad de análisis crítico del problema), y sin la posesión de conocimientos relacionados con ese problema y adquiridos por experiencia propia, o por revelación ajena, la pura inteligencia que acumule conocimientos no sabe qué hacer con ellos. Y no es raro que un intelectual ducho en el análisis crítico,sea incapaz de hallar soluciones.
El desarrollo en un mismo individuo de la inteligencia, del intelecto y de los conocimientos bien puede llamarse sabiduría, si no en la aceptación teísta que le dan las escrituras, por lo menos como tributo humano susceptible de adquisición o pérdida.
Con alguna frecuencia, la realidad nos pone, de momento, mentalmente paralíticos. Es cuando decimos queestamos estupefactos, lo cual significa "estar hechos unos estúpidos". La inteligencia, si la tenemos, vendrá a rescatarnos de esa pasajera estupidez, que por no ser insalvable, se llama estupefacción.
Situada a mitad de camino entre la inteligencia y la estupidez, está la "viveza", capaz de producir acciones en cualquier dirección, excepto hacia la salida del problema. Este es su secreto: lafórmula intrascendente que le permite ponerse a salvo y resguardo de la humillación y desprestigio que se sufren en la estupidez.
La viveza, creo yo, es la habilidad mental para manejar los efectos de un problema sin resolverlo. La persona dotada de viveza no ejercita la inteligencia, sino un sucedáneo apto para entenderse con las consecuencias prácticas del problema, pero no con la sustanciadel problema.
En otras palabras, el vivo se mueve mentalmente en procura de cómo eludir los efectos de los problemas, cómo volverlos beneficiosos para él, o lo peor de todo, cómo desviarlos en perjuicio de un tercero.
La viveza, entonces, se conecta imprescindible e irrenunciablemente con la moral.
Sin el concurso del egoísmo no resulta posible ser vivo, y para echarle el fardo alprójimo sin que éste se resista, es menester cierto grado de inescrupulosidad, y hace falta practicar algún género de fraude, siquiera verbal.
Observado durante un corto plazo, el vivo da la impresión de haber obtenido el éxito, de ser inteligente: se desplaza entre los problemas sin padecer las consecuencias, o mejor aún, sacándoles provecho. Pero el flujo de los efectos del problema es...
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