Ensayo
Me casé joven y tuve la alegría de que mi esposa compartiera mis preferencias. Al observar mi gusto por losanimales domésticos, no perdía oportunidad de procurarme los más agradables de entre ellos. Teníamos pájaros, peces de colores, un hermoso perro, conejos, un monito y un gato.
Este último era un animalde notable tamaño y hermosura, completamente negro y de una sagacidad asombrosa. Al referirse a su inteligencia, mi mujer, que en el fondo era no poco supersticiosa, aludía con frecuencia a la antiguacreencia popular de que todos los gatos negros son brujas metamorfoseadas. No quiero decir que lo creyera seriamente, y sólo menciono la cosa porque acabo de recordarla.
Osiris -tal era el nombredel gato- se había convertido en mi favorito y mi gran amigo. Sólo yo le daba de comer y él me seguía por todas partes en casa. Me costaba mucho impedir que anduviera tras de mí en la calle cuando medisponía a salir.
Mi amistad con aquel animal duro algunos años en los cuales se altero radicalmente mi carácter y mis más allegados lo llegaron a notar a tal punto que mis comentarios llegaban a...
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