Ensayo
Grandes guacamayos azules y amarillos de la Amazonia, papagayos verdes, monos, tortugas, serpientes, pumas: el tráfico de animales no perdona a ninguna especie en Brasil, ni siquieraa las que están en vías de extinción. Y es el más lucrativo, después de la droga y las armas.
"Según nuestras estimaciones, unos 38 millones de animales salvajes -de los cuales 80% son pájaros- soncapturados ilegalmente en la selva en Brasil y casi 90% mueren durante su transporte", explica a la AFP Rauff Lima, portavoz de la ONG Renctas, que en 2001 publicó el primer informe nacional sobre eltráfico ilegal de animales.
Pero estas muertes se ven "ampliamente compensadas por la venta de un solo especimen" y los traficantes ganan cerca de 2 mil millones de dólares por año en Brasil, lo cualconvierte a este tráfico en el tercero más lucrativo luego de la droga y las armas, una escala que se repite a nivel mundial, afirma Lima.
Fue justamente en 2001 que desapareció la última "ararinhaazul" salvaje (Cyanopsitta spixii) -el guacamayo azul de la reciente película de animación "Rio"- en el estado de Bahia (noreste) y sólo quedan otras 70 en cautiverio en el mundo, un par de ellas enel zoológico de Rio.
La mayoría "está en manos de coleccionistas particulares que las compraron ilegalmente", subrayó Lima.
La policía federal incauta en promedio 250 mil animales por año y elInstituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) captura otros 45 mil en controles que fueron multiplicados en los últimos años en todo el país, cifras estables desde 2008.
En el Centro de Selección deAnimales Salvajes (Cetas) de Río de Janeiro, un organismo que depende del Ibama, el veterinario Daniel Neves se ocupa cada año de entre 7 mil y 8 mil animales recuperados, en general enfermos o hambrientos,víctimas de contrabandistas brasileños.
Situado en una zona de selva tropical a 75 km del centro de Rio, el Cetas se parece a un zoológico. Los grandes guacamayos disponen de una amplia jaula...
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