Ensayo

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En este nuevo texto y el más reciente de su autora, el eje central de su discurso gira en torno a la deconstrucción del cuarto mandamiento, "Honrarás padre y madre", y en describir el impacto queen la psiquis y el cuerpo de una persona causa la sujeción irrestricta a este precepto con independencia de las experiencias vividas en la real interacción padre-hijo. Miller, como siempre en unlenguaje sencillo y cotidiano, entrelaza sus observaciones sobre la realidad del vincular padre-hijo, su conocimiento de primera fuente epistolar y clínica del sufrimiento humano, sus análisispsicobiográficos de prominentes personajes históricos y sus agudas introspecciones y comprensión de su propia historia.
De estas cuatro fuentes, utraquísticamente en el decir ferencziano, la autora devela loabsurdo de una moral que exige un amor como imperativo, que oculta una velada amenaza tras su incumplimiento, y que explota el discurso del amor como mecanismo de control y dominación; y a partir de ellorealiza un interesante contrapunto entre el desarrollo normal de la identidad de sí mismo y los mecanismos que usamos las personas para “recalcular” el impacto de esta moral en nuestra educación: latransmisión de las mismas pautas a terceros para que vicariamente padezcan el dolor que uno porta, o la somatización del impacto de dichas experiencias como lenguaje expresivo de la real naturaleza delo vivido.
Partiendo de una interesante distinción entre sentimiento y emoción, entendiendo al primero como la sensorialidad dada a la conciencia bajo la apariencia de afectos, en tanto que alsegundo como reacciones genuinas de un soma –no siempre consciente- a los aconteceres de la vida, ella postula que quienes han sido abusado (despreciado, maltratado, dominado) por sus padres se obligan avivir una sensorialidad de amor con el costo de reprimir las verdaderas emociones, negándolas, disociándolas y forzándose por sentir lo que el otro quiere que se sienta.
Miller ejemplifica, en la...