Ensayo

| Psicosociología de la Sexualidad |[Año] |

Introducción

Este ensayo que me propongo hacer se basa en una narración llena de fantasías que nos arrastran a observar los misterios de la sexualidad a través de los personajes, inmersos en el erotismo, la sensualidad y la pasión.

La obrade Carlos Fuentes nos invita a reflexionar de una manera muy distinta a la habitual. A través de las clases del maestro Enrique Cortés Anguiano, hemos aprendido a ver las cosas de otra manera, procurando hacer analogías para entender la sexualidad del individuo.

En esta ocasión hemos leído la obra literaria llamada “Aura”, la cual independientemente de lo psicológico, la novela por sí sola esfantástica, llena de misterio y de ficción.

Intentaré entender todos los comportamientos que se encierran este relato, develando los impulsos de cada personaje, y entendiendo su sexualidad.

Tomaré las ideas que propone Freud en sus tres “Ensayos para una Teoría Sexual”, pretendiendo de alguna manera hacer las analogías correspondientes a cada simbolismo que encierra esta novela.

Fuentes nos habla de un joven llamado Felipe Montero quién por azares del destino llega a una casa vieja de Donceles; el joven narra en segunda persona, las sensaciones que experimenta en ella. Habla de la casa como un lugar sombrío y húmedo. “El olor de la humedad, de las plantas podridas, te envolverá mientras marcas tus pasos, primero sobre las baldosas de piedra, enseguida sobre esa maderacrujiente, fofa por la humedad y el encierro”[1]. De inmediato me hizo reflexionar en la madre. Haciendo una analogía, la casa en otras palabras representa, posiblemente por la descripción que Montero hace, la madre, el útero materno, ya que al “penetrar” en ella, palabra que utiliza Felipe Montero, se desatan una serie de sensaciones añejas, como el olor de la humedad y el encierro que son parte de unreconocimiento de aquello que en alguna ocasión fue placentero.

Reconoce y vuelve a registrar todas aquellas experiencias que dejaron huellas mnémicas de placer, Freud nos menciona en uno de sus ensayos que “... el acto de succión, es una de las experiencias del bebé, es determinado en la niñez por la busca de un placer ya experimentado y recordado. Con la succión rítmica de una parte de su pielo de sus mucosas encuentra el niño, por el medio más sencillo, la satisfacción buscada”[2]. Es en la etapa oral, en donde nace ese vínculo que se establece entre dos sujetos.

Felipe hace varias regresiones al estar en contacto con Aura “… al seguir los pasos de la joven —te das cuenta de que no la sigues con la vista, sino con el oído: sigues el susurro de la falda, el crujido de una tafeta— yestas ansiando, ya, mirar nuevamente esos ojos”[3]. Es la ley de la sexualidad de Freud, como menciona el maestro Cortés, es la satisfacción basada en el placer o el displacer. Por eso se enamora de su fantasía. Pero al mismo tiempo es la mirada que se traduce en dolor, en angustia, el significante es engañoso. Reconoce a Aura porque esa fantasía tiene la potencia, tiene la cualidad de dar ysatisfacer. La tensión del joven va en aumento frente a Aura y Consuelo. Si hacemos la analogía, Montero tiene una representación de placer porque ya le son conocidas las sensaciones que experimenta. Fuentes escribe “Cuando vuelves a mirar a la señora, sientes que sus ojos se han abierto desmesuradamente,… esa mirada que ahora vuelve a esconderse —a retraerse, piensas— en el fondo de su cueva seca.”[4] Es como si Felipe reconociera la voz, la mirada y hasta el útero de su madre, esa sensación de hedonismo tan placentero.

En otra parte de la novela leemos, “Felipe es un historiador cargado de datos inútiles, acostumbrado a exhumar papeles amarillentos…”[5], esto me hace pensar en Freud que en su ensayo[6] dice que la “sexualidad de los psiconeuróticos conserva la esencia infantil o ha...