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LUCHA POR TUS SUEÑOS
En una diminuta aldea del Camerún, vivía un pequeño chaval de 5 años llamado Samuel, no era un niño cualquiera, era un apasionado del fútbol, se tiraba todos los días jugando con su balón, una pequeña calabaza seca, a escondidas de su madre, desde que se levantaba hasta que se ponía el sol, así, todos los días durante todo el año, era el mayor de tres hermanos y su sueñoera llegar a ser la estrella de uno de los equipo de fútbol de Europa.
Su madre, le regañaba porque no atendía todo lo que ella necesitaba, el rebaño de cabras que tenía a su cargo, además le decía que sería imposible atravesar el desierto y que si alguna vez lo conseguía, más difícil sería cruzar el mar y llegar a Europa, sin dinero, sin papeles y sin más equipaje que un pequeño amuleto que lehabía dado su padre, muerto hacía dos años y que emprendió ese mismo viaje, perdiendo la vida junto a otros veinte valientes soñadores en ese traicionero Mar Mediterráneo. Ese amuleto perteneció a su abuelo, y así desde el principio de los tiempos. Samuel estaba convencido de que él sí que lo lograría, cruzaría el desierto, llegaría a España y ficharía por uno de los equipos grandes de Europa. Todocon el único objetivo de sacar a su familia de la pobreza y miseria en la que vivían.
El día a día de Samuel era igual de monótono, antes de salir el sol, recogía una garrafa de plástico, sacaba a su rebaño de cabras del corral y emprendía un largo camino de diez kilómetros hasta una pequeña charca para que los animales pudieran beber y regresar con unos pocos de litros del preciado líquidopara su madre y sus hermanos, en su pequeña mochila unos higos secos y una torta de harina de mandioca, que su madre le preparaba con todo el cariño del mundo. Samuel eso sí, nunca se olvidaba de dos cosas: su ”balón” y una vieja camiseta del Barça que algún turista despistado había olvidado en aquellas lejanas tierras. Descolorida, rajada, pero conservando aún el escudo y unas cuantas letras a laespalda que dejaban adivinar un nombre de alguna vieja leyenda, tal vez Romario, o Ronaldo, o quizás Rivaldo o Ronaldinho, eso era lo de menos ya que Samuel no sabía leer y sus ojos imaginaban su nombre Samuel y el número 10.
Así fueron pasando los días, las semanas, los meses y los años, todo seguía igual, las cabras, el largo camino a la charca, las épocas de sequía, la pobreza y la miseria y losconsejos del abuelo todas las noches alrededor de la hoguera. “Samuel lucha por tus sueños, ahora tú eres el jefe de la familia, tienes ya 15 años y debes de tomar el mando” le dijo una noche su abuelo. Samuel se acostó y estuvo toda la noche dándole vueltas a esas palabras, “lucha por tus sueños”, “lucha por tus sueños”, no se lo podía quitar de la cabeza.
A la mañana siguiente de camino a lacharca, Samuel tomó la decisión, era la hora de emprender ese largo y deseado viaje hacia la tierra de las oportunidades, triunfaría en el futbol. Al volver a la aldea, su madre ya notó algo raro en la cara de Samuel, pero él no quiso decirle la dolorosa decisión que ya había tomado, esperaría a las charlas nocturnas alrededor del fuego para comunicar su marcha, además él sabía que contaría conel apoyo de su abuelo. Una vez acabada la cena Samuel dijo a su hermano Joseph, hermano vas a ser el nuevo jefe de la familia, yo voy a partir hacia Europa, triunfaré y volveré para llevaros conmigo, estoy seguro que lo conseguiré y que todos nuestros sueños se harán realidad. La madre de Samuel en ese mismo momento se echó a llorar, eran las mismas palabras que había dicho el padre de Samuel antesde su marcha hacia ese largo viaje, del cual no retornó nunca. El abuelo dijo: Samuel” lucha por tus sueños, un hombre sin sueños no es un hombre”, tu familia siempre te esperará y rezará todos los días por ti, lleva siempre el amuleto y no pierdas la ilusión por difíciles que sean las cosas.
Al día siguiente, al salir el sol Samuel se despidió de toda la familia. Su equipaje: unos trozos de...