Ensayo1
Este ensayo pone de presente ciertas prácticas que se dan o pueden darse en el aula cuando se intencionan evaluaciones desde paradigmas cuantitativos y cualitativos.
Distintas formas de ver la evaluación que pueden derivar a su vez en dinámicas particulares al interior del sistema educativo. Por un lado se expone la percepción que el autor tiene de la evaluación de acuerdo a supráctica docente, lo que lleva a considerar a la generalidad de las instituciones escolares dentro de un paradigma cuantitativo.
Se propone establecer los alcances de una evaluación, que además de cualitativa, se espera sea construida desde los estudiantes, donde estos son protagonistas de un proceso que intenta una transición desde la heteronomía a la autonomía. Se toma como referente el aprendizajesignificativo, en función de validar los conocimientos que el estudiante puede llevar al aula, y que lo hacen importante, buscando generar en estos posiciones reflexivas de sus realidades.
Palabras Clave: Evaluación, paradigma cualitativo y cuantitativo, aprendizaje, examen, alternativa, relaciones.
Introducción
La evaluación desde un paradigma cuantitativo domina la escena escolar dejando elestudiante al margen, aun cuando él debiera ser el centro de la misma. Exámenes memorísticos que se postulan objetivos, juicios de valor cuantitativos que por numéricos reclaman validez, profesores rígidos que utilizan la evaluación como objeto de poder, han dejado huella en los estudiantes y una cultura de la evaluación por la evaluación, como si esta sirviera a sus propios fines.
Lo anteriores evidente principalmente en lo que Vain (2000:) denomina el currículo oculto[1][1]; así las instituciones escolares son ejemplo de practicas evaluativas que muestran a estudiantes y profesores poniendo en juego sus cartas. Lanzar la mejor en el momento adecuado es importante para ganar; las apuestas más altas se dan, durante los periodos en los cuales se realizan exámenes parciales o finales,que asumen un valor totalizante, asumiendo quizás que el resultado numérico de una prueba da una media inequívoca del estado cognitivo del estudiante, por lo que se podría pensar que se hace uso indiscriminado de calificar y evaluar.
Se observa así, un contexto con situaciones conflictivas, tales como discusiones, fuertes llamados de atención, ánimos caldeados, sonrisas amables que buscanconsideración, telefonemas de padres preocupados, charlas informales entre coordinador y profesores en relación con los resultados de las pruebas escritas, decisiones administrativas en los consejos de evaluación, en fin, hechos que terminan restando valor pedagógico a la evaluación
¿Pero quién gana en todo esto ? Quizás la mayoría pierde. El estudiante por cuanto la calificación toma un valor tanalto, que la discusión crítica, el disfrutar del descubrimiento, la capacidad de sorprenderse con lo que hasta ese momento era un misterio y otras, que hacían de la escuela un lugar ideal para el disfrute y el juego, pierde ese carácter socializante y sobre todo lúdico.[2][2]
Paralelamente, hay un efecto concomitante cuando la evaluación se convierte en una forma de castigo[3][3], cuando no seaprueba la asignatura, el bimestre o el año y por supuesto con el efecto, expresado en situaciones conflictivas de índole personal, familiar y social. Así, para el estudiante la calificación se vuelve su ser y su nada, una cosmovisión escolar, desde dónde explicar la razón de estar en la escuela.
Por supuesto pierde el docente, quien utiliza la evaluación para diversos fines y quizás el pedagógicoes el menos favorecido. Entre otros, se utiliza como forma de selección, es decir con un fin clasificatorio; este último quizás el que genera un valor, si se le puede decir, agregado, por cuanto el docente termina siendo instrumento de discriminación del sistema, estimando necesario que unos ganen, los capaces y otros pierdan, lo menos favorecidos. De esta forma es posible establecer un...
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