ENSAYOS
Bueno, lo importante es que los tengo y me aman; yo también los amo y me encanta crear historias pero mejor aún,me encanta vivirlas.
Fue así como decidí subir esa extensa escalera que había en mi cuarto y que me llevó a atravesar por una tormenta de arena…no podía ver absolutamente nada y el viento arreciabafuertemente contra mi rostro; tome mis gafas y las puse en mis ojos pero no veía nada…no sé por qué extraña razón estaban totalmente estropeadas, rayadas, deterioradas como si un auto las hubiesearrastrado por el piso como queriéndolas dejar adheridas al pavimento.
Seguí adelante hasta que encontré una terraza en la que había un niño un poco mayor que yo, supongo pues estaba más alto…ellostrataban de reparar un tejado para que la tormenta no entrara en su casa pero definitivamente no les era posible y la poca visibilidad impedía que pudieran manipular el tejado…utilizando la misma escaleraque había conducido hasta ese lugar me subí y pasando en frente de unas ventanas negras alcance la altura máxima de la terraza y levante una teja…logre sacar la cabeza y me asome para mirar alexterior y fue entonces cuando vi a Coram-en, un guardián custodio de los atrios del sol; pero mi sorpresa no fue por verlo a él sino porque le estaba entregando un diamante de aquellos que mantienencaliente el día y que en la noche son retirados para dar paso a la fría oscuridad…aquel hombre que recibía el diamante era llamado Habin-daraj pero dentro de los personajes de mis historias no era muyreconocido hasta ahora. Seguía observando aquella escena pero no sabía de que hablaban ni entendía el motivo de lo sucedido, solo sé que esto causó una gran curiosidad y un interés que me llevo a hacer...
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