ensayos
Gambetas en las calles del pueblo
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Paso de los Toros, 1987
Raúl “Cotorra” Martínez, el primer director técnico que
tuvo Fabián O’Neill en su vida, llegó al enorme caserón donde
vivían “amontonados” el ex jugador con su abuela Mecha y
algunos de sus tíos y primos. Estaba desesperado. Faltaba una
hora y media para la final del campeonato juvenil y no había nirastros de su jugador estrella. Lo había visto en el club la noche
anterior durante esas largas partidas de truco y monte con sabor a whisky y humo de tabaco. A Fabián, que tenía 13 años en
esa época, le gustaba mezclarse con los adultos que timbeaban
hasta bien entrada la madrugada. Siempre tenía algunos pesos
amorralados para echar a suerte en las cartas. Pero aquella noche el cantinero noquiso que se quedara más y el chiquilín se
fue con sus pesos y sus ganas de tomar el penúltimo trago a otro
lado. Ahí fue cuando Cotorra le perdió la pista.
–Ni entre a buscarlo, no sabe cómo llegó anoche… ¡Ni me
reconoció! –le dijo la abuela Mecha al director técnico, que no
estaba dispuesto a jugar la final contra Huracán sin la figura
del cuadro y no escuchó advertencias. En Paso de losToros, los
partidos entre Defensor y Huracán son tan clásicos como entre
Nacional y Peñarol. No era una final cualquiera.
Cotorra entró decidido a la casa. Caminó por los corredores hasta llegar al cuarto donde dormía Fabián y lo llevó a
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cuestas desde la cama hasta la ducha. Mientras el agua fría le
refrescaba la cabeza al recién levantado, Cotorra escuchaba la
voz de la abuela que repetíaque lo único que precisaba ese
muchacho era un cuarto oscuro y dormir dos días de corrido.
O’Neill todavía estaba empapado cuando el técnico terminó
de despabilarlo con dos aspirinas y una Coca Cola. Lo tomó
de un brazo e hizo el camino de vuelta por los corredores de
la casa. Pasó por al lado de la abuela, que seguía firme con sus
consejos.
–¡No lo ponga! ¡Va a pasar vergüenza!
Cotorrano detuvo sus pasos apurados, y mientras abandonaba la casa arrastrando a la fuerza al mejor jugador del equipo,
le avisó a la abuela:
–Si no lo pongo pierdo el campeonato.
El partido final terminó 4 a 2. Ganó Defensor y Fabián
metió dos goles. “¡Y encima le pusieron marca personal!”. Con
su rostro ajado y su pelo blanco y abundante como si fuera de
algodón, el técnico de Defensor de Paso delos Toros, el primero que tuvo O’Neill como jugador, todavía hoy saborea la
victoria.
* * *
Paso de los Toros es una pequeña ciudad al borde del Río
Negro y exactamente en el centro de Uruguay. Se llama así en
homenaje a la fuerza de los baquianos que ayudaban a cruzar
carretas y tropas de ganado de un lado al otro del río. Eran conocidos como los “hombres toros”. Paso de los Toros tambiénes celebre porque allí se inventó la famosa agua tónica y porque
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es la cuna del escritor Mario Benedetti. No es muy distinta a
cualquier ciudad del interior del país. Tiene 12.985 habitantes,
hay más mujeres que hombres y la mayoría de los trabajadores son funcionarios públicos o están vinculados a la actividad
agropecuaria. Un gigantesco monumento al toro, ubicado a la
entrada de laciudad, asoma como referencia inequívoca del lugar. La calle General Artigas, la principal, está partida al medio
por un cantero ancho y tupido de verde. Sobre esa calle está el
bar Carlitos y uno que se llama 18 de Julio, aunque no tenga
un cartel que lo identifique como tal sino dos que dicen “Venta
de Cigarrillos”; también hay una farmacia, un supermercado,
una estación de servicio, unaempresa de transporte, una escuela, el Club Ámsterdam, tiendas de ropa, peluquerías y un local
donde imparten cursos de mozo y mucama. El punto más alto
de la ciudad es la torre de la Iglesia Santa Isabel, única en el
interior del país por su refinado estilo gótico. Por la baja altura
de sus construcciones parece una ciudad sin sombra, donde el
calor castiga sin piedad durante la primavera y...
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