ensayos
Una sola puerta da paso al olvido
y a la remembranza;
puerta de oficina que el teclear monótono
sobre el cauce seco de la calle vacía.
Un roído estante con sabor a escuela
( el abecedario los destinos marca)
es para el que pasa de ilusión promesa
porque cada sobre guarda una esperanza.
Un viejo en la puerta
temeroso aguarda
a que se apacigue y no salte en el pechoéso que ignoramos si es músculo o alma.
Es un campesino de los nuéstros, de esos
cíclopes de grava,
titanes de un siglo de dioses caidos,
atlas que sostienen en hombros la patria.
Tímido y valiente como son los hombres
de pico y azada,
por quienes los bosques florecen laureles
y la tierra misma se plasma en medalla.
"Señorita" -roto su dique de angustia-
la pregunta ansiosa de su bocaescapa
como torbellino:
"Pa Olegario Montes haberá una carta...?
Revuelan -pichones implumes- las manos
que el temblor acusan de loca confianza
y ya la baranda conoce la fuerza
con que esas dos manos estrujando hablan.
Hace mucho tiempo que viene al correo
con la misma pena pintada en la cara:
maduró de uvas un cerco en sus ojos,
le quemó en el pelo la ilusión su llama;
y al ver que preguntasabiéndolo inútil,
y al ver esa mueca que crispa su cara,
y al saber que por hombre no llora
a la señorita se le parte el alma.
Ya sabe su historia,
la ha escuchado a trozos semana a semana;
cada vez que él viene, va dejando un poco
de su propia vida vacía y amarga.
conoce el secreto de su hogar deshecho:
cuatro hijos que fueron dejando la casa,
la parcela alegre que les dio sus pechosde nodriza negra cariñosa y mansa.
El mismo camino los llevó a los cuatro
la parvada alegre desplegó las alas,
mas fueron ingratos
y ninguno quiso volver a casa;
ni mandar un mensaje a los viejos
para que supieran de su estrella clara
-un mensaje que hubiera tornado
su tarde en mañana-.
Y la soleada casa en que nacieron
se volvió una tumba ruinosa y opaca,
que a la pobre vieja laembrujó la pena
y es frente a la muerte vacilante llama.
El rostro del viejo se surcó de brechas,
se blanqueó la cabeza y la barba
para darles lo que él nunca tuvo,
para izar el pendón de su raza;
porque no siguieron pegados al surco,
porque fueran señores mañana...
Y lo fueron: ganaron la cima.
Dos se hicieron médicos y lo son de fama;
de abogado hay uno que pica por lo alto
y otro esingeniero. ¡Son hombres de talla!
Pero pobrecitos
son dignos de lástima....!
Se olvidaron del campo, su cuna,
con esfuerzo digno de una buena causa;
de los árboles que ellos sembraron
y dieron semillas para nuevas plantas;
del agua que vieron alzarse en vapores
y caer en forma de lluvia o escarcha;
de los cafetales en flor, donde iban
a buscar pomarrosas y guamas
y de los potreros en dondecorrían
cerreros muletos en pelo y al anca,
de los guardias fieles
sus perros de caza;
de los gallos de riña que eran
orgullo del taita.
Se olvidaron del viejo labriego
de la pobre anciana desesperanzada.
Pobrecitos hombres...
son dignos de lástima....!
"Señorita , busté que es tan léida
hágame una carta
que paresca que es echa de éllos
y creiga la vieja que ésos se la mandan.
Yosolo, me aguanto,
pero es que la pobre ya desta no pasa,
y yo quiero llevarle consuelo
mas que sea engañándola.
Ya otras veces he echo lo mesmo
para que el abandono no me la matara,
pero ora se muere y ésta ya es la última...
ya naide la puede sacar de la cama.
Que le diga qellos tan muy ocupaos
y que los perdone por tanta tardanza;
que ya pronto vienen,
que se ponga buena pa éllosllevarla;
y endespués...."
En océanos de llanto
los ojos naufragan,
y es estrecha la cárcel del pecho
para éso que salta,
que se anuda al cuello
y que nadie sabe si es músculo o alma.
Escrito por: OFELIA VILLAMIZAR BUITRAGO
Interpretado por: EL INDIO RÓMULO
EL BRINDIS DEL BOHEMIO
En torno de una mesa de cantina,
una noche de invierno,
regocijadamente departían
seis alegres...
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