Ensayos
ATbert Schw eitzer
continuó sus estudios de Filosofía en la anti
gua y célebre Universidad de La Sorbona. Es
cribió un libro sobre la filosofía de Kant y
continuó su trabajo en la tesis de doctorado
en Teología.
En 1899, fué nombrado para servir en la
iglesia de San Nicolás de Estrasburgo. Un
año más tarde, después de haber sido orde
nado, fué hecho párroco.
Entre sus deberescomo párroco estaba la
predicación. Albert Schweitzer preparaba sus
sermones cuidadosamente y a menudo los vol
vía a escribir hasta tres veces. Sin embargo,
los feligreses encontraron un motivo de que
ja: ¡los sermones eran demasiado cortos! Se
le dijo que los hiciera más largos. Rogó a su
superior que explicara a los fieles que era to
davía demasiado joven y sin experiencia. ¡El,simplemente, dejaba de hablar cuando creía
Qiie.va no..tenía nada más que decir! Aún así,
tuvo que prometer que trataría de hacer que
sus sermones duraran por lo menos veinte
minutos.
La Gran Decisión
Un día, mientras se encontraba de vaca
ciones en su amada Gunsbach, Sch^veitzer
tomó la más grande decisión de su vida.
Era un esplendoroso día de mayo, de cielo
azul y árboles en flor.Las campanas de laiglesia sonaban alegremente. El mundo estaba
increíblemente hermoso. Albert sentía todo
èst
le cau1
Ascen
vés de 1
centraci
que yo,
salud, d
po, una
do el n
tanta ir
bendicic
cho de
“No”
des”.
“ ¿Qu
“Deb
bido y
nés que
Ento
te, del
durant
E hil
diandol
cumpl
hasta
tero a
guida
36
A lb ert Schw eitzer
ésto con una emoción tan profunda, quecasi
le causaba dolor física
Ascendiendo por el sendero familiar, a tra
vés de los bosques, se preguntó, con la con
centración más profunda: ¿Cómo es posible
que yo, Albert Schweitzer, pueda gozar de tal
salud, de un hogar feliz, de un hermoso cam
po, una brillante carrera, mientras que en to
do el mundo hay tan terrible sufrimiento,
tanta injusticia? ¿Puedo aceptar todas estasbendiciones como un regalo? ¿Como un dere
cho de nacimiento?
“No”, dijo una voz interior. “No pue
des”.
“¿Qué debo hacer entonces?”
“Debes pagar las bendiciones que has reci
bido y por todos los dones que posees. Tie
nes que dar de tí mismo. . .”
Entonces, Albert Schweitzer vió claramen
te, delante de sí, la senda que iría a seguir
durante su vida.
E hizo un voto sagrado: continuaríaestu
diando Teología, Filosofía y Música hasta que
cumpliera treinta años. De allí en adelante,
hasta el fin de sus días, se dedicaría por en
tero al servicio de la humanidad doliente. Se
guiría las enseñanzas de Jesús.
L a Gran Decisión
'
37
Se sintió completamente tranquilo. Había
hallado su meta. También encontraría la for
ma de realizarla.
Tenía un punto de partida: su 30°(cum
pleaños. Nueve años más para vivir como
quisiera, hacer las cosas que amaba, estudiar,
tocar el órgano, escribir. No había tiempo que
perder; se hundió en el trabajo. Pasó eiam en
tras examen, obtuvo grados y más grados. Se
hizo doctor en Teología y Filosofía. Predicaba
y enseñaba, tocaba el órgano y escribía.
En 1903, recibió el nombramiento de Di
rector del Seminario Teológico deE strasbur
go. En 1905, fué publicado su libro sobre la
vida de Juan Sebastián Bach, aclamado como
el estudio más sobresaliente sobre el gran
compositor. Hizo conocer internacionalmente
el nombre de Albert Schweitzer. Este joven
asombroso, impresionaba a las más grandes
inteligencias de su tiempo. Fué invitado a to
car el órgano y a dictar conferencias en In
glaterra, Suecia, Alemaniay Francia,
Todas las vacaciones y fiestas las pasaba
en la rectoría de Gunsbach. Era bueno estar
cerca de sii tierra. Y le encantaba el cálido
ambiente de la casa paterna.
Pasaron los años. Uno más y tendría trein
38
A lb ert Schw eitzer
ta. ¡Y todavía no tenía idea de cómo cumplir
su voto sagrado!. . .
Había pensado en todas las formas en que
podía servir a la humanidad....
Regístrate para leer el documento completo.