Ensayos

La inocencia de mi amigo Samuel
Por: Jonathan Vega Rivas

Cuando yo tenía ocho años Samuel y yo solíamos ir al monte cercano a jugar como todo niño de mi edad. Corríamos, jugábamos a escondidas ydisfrutábamos como grandes amigos que siempre fuimos el uno para el otro. Recuerdo las tarde que jugábamos para insertar la pelota en el hoyo, asustábamos a las niñas del vecindario, le hacíamosmaldades sanamente, y luego nos reíamos de sus caritas molestas por nuestro comportamiento. Samuel era mi mejor amigo de tantos que tuve, pues nunca vi en el hacia mi persona ningún desagrado, ni siquieraexistió entre nosotros días de enojo. Todos lo compartíamos y nos ayudábamos mutuamente. A pesar de todo fue un tiempo en donde podíamos salir a cualquier hora y sin miedo a que nos pasara nada.Momentos que estoy seguro no volverán jamás. Pero una de tantas tardes, luego de salir de la escuela estamos sentados en un parque cercano a nuestra casa en donde se encontraba una grande e inmensa plantaeléctrica en donde sobre sus cables llenos de alto voltaje eran adornados de aves hermosas las cuales cantaban, jugaban y aunque estuviese cayendo la lluvia se deleitaban en ese lugar. De repentenoto que Samuel esta perplejo mirando aquellas aves melodiosas y con deseos de ser como ellas para estar a su misma altura donde nadie pudiese llegar. Recuerdo como si fuera hoy mismo, su rostro lleno deemoción cuando me decía que quisiera estar junto a ellas y si era posible subir y tomarlas. Yo con mucho temor le dije que eso seria imposible porque ese era un lugar privado y sumamente peligroso,pero aun así el era insistente pues alegaba que si a las aves nada le sucedía, mucho menos a el. Recuerdo que mientras hablábamos escuche a lo lejos el grito de mi mama la cual me llamaba y como niñoque siempre fui obediente recurrí a su llamado pero no sin antes decirle a Samuel que tuviera cuidado, que no se le ocurriera pasar al otro lado y que espera a mí regreso. Salí corriendo a mi casa...