Ensayos
Burrito le agradaba mucho tomar el sol delante de su casita en el invierno, y también guarecerse bajo su sombra cuando el sol calentaba el suelo.
Había algoque no le gustaba. Ese algo era el trabajo. Burrito tenía que labrar su huerto, pues en éste crecían el forraje, las zanahorias y el grano que le servían de diario alimento.
Exclamaba quejumbroso:— ¡Qué desgracia ser pobre!
Después, Burrito en tanto cavaba con el azadón, se quejaba:
— ¡Cuánto daría yo por hallar la manera de vivir sin tener que trabajar!
En eso, suazadón tropezó con un objeto extraño, y dijo:
— ¿Qué es esto? ¡Caracoles! He aquí un viejo pistolón sucio y oxidado. Si en vez de este trasto acierto a encontrarme un cofre lleno de oro, ¡otro gallo mecantaría! Pero... ¿qué idea se me está ocurriendo? Este hallazgo me traerá la fortuna y ya no tendré que trabajar por el resto de mis días. Con este enorme pistolón en la mano tendré un aspectoterrorífico... De hoy en adelante seré ladrón.
Salió Burrito muy contento empuñando el viejo pistolón, y se escondió detrás de la cerca, a la orilla del camino.
— Ya viene mi vecino, PerroPachón. Éste será la primera de mis víctimas. Se le acercó diceindo:
— ¡Alto, don Perro! ¡La bolsa o la vida!
El canino contestó:
— ¿Eh? ¿Se ha enloquecido mi vecino?
— Digo que la bolsao la vida, como es usual en estos trances. Fíjese bien en este pistolón y tiemble, porque me va a tener que entregar todo su dinero.
— ¿Cómo? ¿Robarme a mí? ¡Ahora verás!
Y don Perro atacódecidido a Burrito, y en un instante le dio dos mordiscos: el primero en una pata, y el segundo en una oreja, y luego el señor Pachón continuó su camino.
Luego, Burrito se lamentó, mientrascojeaba:
— Creo que no he elegido con acierto a mi primera víctima, pero no importa. Me esconderé detrás del corral del hermano Ganso y esperaré. Por allí viene la señora Gallina Clueca.
Se...
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