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La publicación de esta novela provocó el escándalo de la burguesía francesa, esclava de mil prejuicios, y el proceso judicial que siguiócontribuyó a un éxito editorial sin precedentes. Flaubert veía así cómo su obra servía más para satisfacer el morbo que para deleitarse en el caudal narrativo que contenía. Insistía en lo maravillosode deslizarse con otra personalidad por el universo que cada escritor crea al escribir una novela. Y es por eso que llego a sentirse parte de su propia novela. Mientras redactaba la parte del suicidiopudo sentir los efectos del arsénico que ingería Emma Bovary.
En mi opinión con respecto al derecho del autor al bovarismo que esta explicito en el texto de Christian Vanderdorpe, si bien puede seruna enfermedad, la cual el lector puede tener con los textos que está leyendo, para mí no lo es. Meterse en el personaje que es el protagonista de la novela, cuento, historieta, entre otros, le daal lector la posibilidad de imaginares a uno mismo en las misma situaciones que esta viviendo el personaje. Por ejemplo, si leo David Copperfield de Charles Dickens, que trata sobre un chico (David)que luego de la muerte de su madre debe afrontar situaciones de maltrato por su padrastro, hasta que decide irse en busca de su tía y así empezar una vida nueva; puedo imaginarme ser el.
Sinembargo, si yo me creo el personaje e intento hacer lo mismo que hace David, podría causarme problemas, de tal modo que ya no sería el mismo, y tomaría la vida de otro por el simple hecho de que me gusta...
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