ENTRE DOS SIGLOS
Tal vez aún no nos hemos dado cuenta de que estamos en una etapa de transición entre dos siglos y que en ese proceso de transición nos encontramoscon personajes que ni siquiera parecen pertenecer a este mundo. Son personajes marginales que dejaron de preocuparse por el otro, si es que en algún momento lo hicieron.
Hemos vivido tanto tiempo enla barbarie, que nos cuesta entrar en la modernidad y el orden. Y eso es notorio en aspectos tan básicos y elementales, que a veces ni los notamos. No respetamos las normas, las reglas, ni lasconvenciones sociales. El rojo es verde y el verde es rojo. Los policías son invisibles. El atropello es la norma.
El mundo no existe, solo existen individualidades corriendo de un lugar a otro, atropellando.Hemos perdido el espíritu de solidaridad. Hemos perdido la dignidad y la hemos sometido a nuestro instinto de supervivencia. Hemos perdido de vista el bosque y nos hemos quedado colgados de la rama.En este enmarañado de circunstancias, me enfrento a dos situaciones. Ingreso a comprar a un centro comercial y dejo mi auto en el frontis, en la zona de estacionamiento. El local está lleno de gentejoven que atiende al público, unos más despistados que otros, unos más atentos que otros.
Compro, pago. De pronto sucede algo extraordinario, sin darme cuenta doy 20 soles de más y la persona que meatiende me dice “no señor….me está dando de más”. Cuando salgo de la sorpresa –y luego de agradecer el gesto y obviar que me dijo “señor”- pienso que no todo está perdido. Aún hay gente honesta, son lasnuevas generaciones que están construyendo el siglo XXI.
Salgo del local y me encuentro con otro hecho extraordinario. Un irresponsable ha dejado su auto estacionado de forma transversal exactamentefrente al mío, con las luces de emergencia encendidas. Nadie me da razón. El guardián del local está pintado. No hay un policía. No está el dueño del auto. En un minuto he regresado al siglo XX....
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