Entre el decir y el hacer, la trama ausente

ENTRE EL DECIR Y EL HACER: La Trama Ausente.
Stella Viviana Núñez – Docente – Técnica Universitaria en Gestión Cultural

“Cuando se emite un mensaje, hay una elección consciente o inconsciente de las palabras que se utilizarán. Todo depende en buena medida de la claridad que tenga el emisor respecto del contenido del mensaje, y del efecto que espera producir en el receptor. Sin embargo, hayun aspecto que subyace en esa elección, y que es probable que escape a la conciencia de éste: lo que no se dice cuando algo es dicho.
No siempre las palabras expresan cabalmente la idea de quien emite un mensaje. Su contexto, sus circunstancias propias estarán condicionando de alguna manera la elección del código lingüístico. La selección de palabras, énfasis, gestos, pausas, complementaránnecesariamente el contenido que deberá ser decodificado por el receptor. La interpretación del receptor dará un nuevo significado al mensaje recibido.
Lo dicho, dicho será; pero lo no dicho quedará expresado a la vez en un silencio antagónico que deberá ser decodificado precisamente desde ese silencio, reafirmado en el lenguaje gestual y corporal. En una época claramente visual, los receptores miranmás de lo que escuchan; están más atentos a las acciones que a las palabras. El elemento mediador entre el decir y el hacer es hoy la trama ausente. Resolver su tejido será un desafío para los adultos educadores contemporáneos”. (Abstract)

Una vez que se instala la palabra queda un registro marcado como una sentencia. Se da lugar a la instalación de un paradigma que ha de caracterizar inclusoa una época y a su sociedad. Y su mensaje será transmitido en la oralidad (vieja usanza del ser humano) que por ósmosis natural habrá de estar impregnado hasta en las mínimas manifestaciones físicas, en la marca imperceptible pero certera de los hábitos cotidianos.
Tomando como tópico “Lo Femenino”, se establece desde el inconsciente colectivo el par: histeria-feminidad. Para posibilitar unaescisión a la dupla podría recurrirse a un juego de palabras: se presenta a la histeria como estar-no estar; decir-negar; decir-no hacer; la incoherencia entre el decir y el hacer.
Cuando conocí la histeria, despojada yo de saberes académicos y sociales que pudieran advertirme de lo contrario, la conocí en el rubio vaivén de la melena de un joven, que depositaba su amor a mis pies y se ocultabaluego entre faldas ajenas. En su discurso vencía gigantes imposibles, más temibles que los de Quijote, pero ante la concreta herida de un corazón abierto, argumentaba un ensayo con la banda. Entonces la histeria tenía visos claramente masculinos porque provenían de un sujeto masculino. No era de sorprender que los tuviera femeninos; pero sí que –en el discurso establecido- los tuviera en formaexcluyente.
¿Será la histeria una cuestión netamente femenina inherente al género? ¿O trascendiendo esa barrera será más bien una característica relacionada a lo femenino en el Ser Humano? Probablemente la histeria sea el elemento constituyente de la trama ausente, es decir el elemento mediador que no está, o bien que está presente en el silencio, en el espacio no dicho del mensaje. Aquello quesubyace entre el mensaje expreso, lo no expresado, y la acción que no se correlaciona con el primero.
Pero si en el silencio se esconde la histeria, ¿es un atributo de “lo femenino” cuando el habla –lo dicho, lo expreso- es privilegio de la boca de la mujer? En su artículo: Hablar con el propio síntoma, hablar con el propio cuerpo, Eric Laurent señala: “El síntoma histérico es por excelencia unsíntoma que habla, que se dirige a alguien”. Resulta entonces que la histeria es activa. Es volitiva, y siéndolo elige el mensaje, se expresa y dice. Entonces, ¿dónde se oculta la trama que debería sostener la coherencia entre el decir y el hacer? Si la boca dice, y los oídos no escuchan; si el mensaje es uno, y la acción se le opone o no la valida cabalmente, ¿cuál ha sido el nuevo sitio del...