Entre historiadores y archivistas

Entre historiadores y archivistas: El dilema de la selección documental.

Lo primero que hay que resaltar es que todos los días, a cada instante dejamos pasar de ladopequeños trozos de nuestra historia, todo lo que no documentamos, se vuelve como lo dice la autora: “un recurso no renovable”; y si bien seria imposible capturar todos losacontecimientos en montones y montones de documentos, si nos es posible rescatar, lo que al juicio del archivista o el historiador, le sea de suma importancia. Es precisamente aquídonde surge el dilema pues lo insignificante para algunos se vuelve significante para otras personas, un ejemplo claro de esto es el papel importante de las cartas personales,ahí se escriben sin tapujos, las verdades que no se cuentan y las mentirías que se dicen y dependiendo de su contenido y a quien van dirigidas (como las cartas personales alas esposas) se puede obtener mucha o vaga información de ellas.
Dadas estas circunstancias es prácticamente imposible establecer criterios fijos y claros para la conservaciónde documentos históricos, ya que la importancia de cada documento radica en el valor personal que se le atribuya; la misión mas importante del archivista o historiador sevuelve entonces estar atento a todos los detalles del documento, tener un amplio criterio y sobre todo tener la mente abierta a toda posibilidad de importancia por mínima que estasea.

De los archivos administrativos a los históricos: un problema de valoración documental.
Se supone que los archivos administrativos sirven como materia prima para laformación de los archivos históricos, pero en realidad el problema radica en que la mayoría de los archivos administrativos al no ser bien documentados, no aportan en su mayoría