Entre la institucion y la destitucion
ENTRE LA INSTITUCIÓN Y LA DESTITUCIÓN,
(Conferencia en el Hospital Posadas, 18 de septiembre de 2002)
¿QUÉ ES LA INFANCIA?*
Ignacio Lewkowicz
La tarea del historiador es pensar los cambios acontecidos en el pasado. Y si bien suele pensarse que es alguien interesado en conocer el pasado, lo que realmente le interesa al historiador es el cambio. Nuestro objeto -o dicho de otro modo,nuestro campo de pensamiento- es el cambio social En el pasado reside el cambio ya constituido, allí podemos vedo; por eso mismo, podríamos pensar la formación del historiador como entrenamiento en el pasado para pensar el cambio actual. En este sentido, lo atractivo del pensamiento historiador radica en la posibilidad de pensar las transformaciones que habita.
Cada campo tiene sussupersticiones. Se las suele llamar supuestos básicos, pero en definitiva son supersticiones. Nuestra superstición historiadora es la inexistencia de invariantes: la experiencia humana está sometida al devenir alterador: el devenir capaz de alterar las situaciones es capaz de transformarlo todo. Precisamente por eso, nuestra disciplina está atraída por el cambio.
Pensemos los cambios actuales en lainfancia. La pregunta que se presenta es un poco inquietante: ¿cómo tejer subjetividad cuando las instituciones ya no tienen potencia para instituir lo que suponen? Veamos de qué se trata.
Toda institución se sostiene en una serie de supuestos. Por ejemplo, la institución escolar necesita suponer que el alumno llega a la escuela bien alimentado; la institución universitaria necesita suponer que elestudiante llega sabiendo leer y escribir; la institución fabril necesita suponer que el empleado posee tales o cuales habilidades. En definitiva, las instituciones necesitan suponer unas marcas previas.
Ocurre, entonces, que las instituciones trabajan con una serie supuestos que presuponen para cada caso un tipo de sujeto no es precisamente el que llega. Siempre ha ocurrido que lo esperadodifiere de lo que se presenta, pero hubo un tiempo histórico en que la distancia entre la suposición y la presencia era transitable, tolerable, posible. No parece ser nuestra situación. Hoy, la distancia entre lo supuesto y lo que se presenta es abismal. Por su conformación misma, la institución no puede más que suponer el tipo subjetivo que la va a habitar; pero actualmente la lógica social no entregaesa materia humana en las condiciones supuestas por la institución.
En estas condiciones es estratégico distinguir entre las instituciones y sus agentes. Lo que la institución no puede, el agente institucional lo inventa; lo que la institución ya no puede suponer, el agente institucional lo agrega. Como resultado de esta dinámica, los agentes quedan afectados y se ven obligados a inventar unaserie de operaciones para habitar las situaciones institucionales. Si el agente no configura activamente esas operaciones, las situaciones se vuelven inhabitables.
Entonces tenemos un problema: a las instituciones ya no llega la subjetividad pertinente para habitarlas. Pero también tenemos una pregunta para comenzar a pensar: ¿qué posibilidades tienen los agentes para, una vez desmontados lossupuestos institucionales, instalar una subjetividad capaz de habitar las situaciones?
Hace algún tiempo, a partir de varias experiencias, construimos una metáfora para nombrar situaciones en que la subjetividad supuesta para habitarIas no está forjada: la metáfora del galpón. Un galpón es un recinto a cuya materialidad no le suponemos dignidad simbólica. La metáfora del galpón nos permitenombrar lo que queda cuando no hay institución: una aglomeración de materia humana sin una tarea compartida, sin una significación colectiva, sin una subjetividad capaz común. Un galpón es lo que queda de la institución cuando no hay sentido institucional: los ladrillos y un reglamento que está ahí pero no se sabe si ordena algo en el interior de esa materialidad. En definitiva, materia humana con...
Regístrate para leer el documento completo.