Entre las alas de mi ANGEL

Una vieja leyenda cuenta que, cuando una persona muere, su espíritu queda en la Tierra durante cuarenta días, puede ser por algunas cosas pendientes, tal vez por algún trabajo mal hecho, por sus familiares o por un viejo amor que jamás pudo olvidar.
Si su tiempo aquí es más de los días permitidos, necesita ser liberada; pero cuando el alma se enamora de una persona con vida, no puede liberar supena y tendría que escoger entre esperar a que muera su amado o vivir sin él. 
¿Podrá tener el valor para dejarlo ir? ¿Sera lo suficiente fuerte como para vivir sin él? ¿O su amado morirá para seguir sus pasos?










Nunca me detuve a pensar en las cosas sobrenaturales, de hecho, nunca me pareció un tema interesante del cual sacar provecho. Pero cuando te enfrentas con algocompletamente desconocido; empiezas a hacer todo lo posible por conocer sobre ello.


Fue un largo viaje desde Europa hasta New York, mis padres me había comprado un nuevo departamento en la ciudad, puesto que había de empezar la universidad en algunas semanas, y ellos –que eran grandes empresarios- me consintieron con ese regalo, también me obsequiaron un Dodge Challenger 2012 de color negro; todopara que no tuviera que andar en taxi por la ciudad.
Llegué a New York a las diez de la noche, la oscuridad reinaba en la ciudad así que entré a un café que estaba a unas calles de mi departamento y compré un Cappuccino para evitar el frío. 
Estacioné mi automóvil último modelo en la cochera amplia de mi casa y bajé mis maletas dejándolas caer en la entrada.
Caminé por toda la casa observandolas paredes, las habitaciones y todos los alrededores, hasta que llegué ahí. 
Era una especie de sótano, y tenía unas escaleras de madera que llegaban hasta el suelo; baje por ellas hasta prender una pequeña luz de techo. Había miles de fotografías, cajas, zapatillas y ropa de mujer, al parecer eran algo nuevas, lo pude notar debido al tipo de fotos y ropa.
Tome una de las fotos que estabansueltas en el suelo y la observé detenidamente. 
Era una bellísima mujer con cabello color cobre y una sonrisa hermosa de oreja a oreja, sus ojos eran de un color miel intenso y sus labios estaban pintados de un rojo. 
Tomé varias fotografías en mi mano y pasé por oler una de los perfumes que estaban en una pequeña cajonera, el primero era una mezcla de rosas con vainilla, -el cual me debilito laspiernas- y así fui descubriendo todas las cosas femeninas que había en ese sótano. 
Me detuve al escuchar mi nombre provenir de una voz de mujer.
-¿Qué haces ahí? ¿Por qué tomas mis cosas ah?-Bufó enfadada.
Yo voltee a los lados para ver de donde provenía esa voz, pero al parecer no venía de ningún lado, camine rápidamente hacía las escaleras y solté las fotografías bruscamente hasta que cayeronal suelo. Entonces tropecé en un escalón y caí de espaldas hacia donde mismo. 
Me sacudí el cuerpo e intente concentrarme en lo que iba a hacer.
-Si tú, el de la playera azul.-Continuó aquella voz, que era tan melodiosa como la de los mismos ángeles.
-¿Yo?-Pregunté como tonto, como si en realidad me fuera a escuchar aquella mujer. -¿Hay alguien por ahí?-Asome mi cabeza a los lados y no mirénada.

Nadie respondió y me dije a mi mismo que lo mejor era descansar, el viaje había sido algo largo y necesitaba dormir un poco; tal vez todo era nada más que alucinaciones provenientes de mi cerebro cansado.
Subí nuevamente las escaleras hasta llegar a mi habitación, traje conmigo una fotografía de aquella chica –que en realidad me había llamado la atención- y me acosté, contemplando aquelbello rostro. 
Mis ojos se cerraron y quedé pacíficamente dormido.
-Así que no dejaste la fotografía, ¿ah? La quiero en su lugar ¡Ahora!-Bufó nuevamente esa voz dentro de mi cabeza.
Pero esta vez ya no estaba en mi cabeza, la voz era de ese cuerpo de la mujer de la fotografía que había robado en el sótano. Creo que estaba soñando, o quizá no, tal vez sí era ella. 
-¡Déjame en paz!-Grité...