ENTRELA ACULTURACI N Y LA TRANSCULTURACI N
EL
“TRAUMATISMO
PERSISTENTE
”
Claudia Rodríguez“Hallámosles gran número de libros de estas sus letras, y porque no tenían cosa enque no hubiese supersticiones y falsedades del demonio, se los quemamos todos, lo cualsintieron a maravilla y les dio mucha pena”Fray Diego de Landa:
Relación de las cosas de Yucatán.
Desde una perspectiva históricaveremos cómo se desarrollan estos procesos. Se cuestiona sobre laidentidad en la medida que hay un conflicto y un desequilibrio que la pone en evidencia.En América esta problemática se cristaliza desde fines del siglo XV, con el llamado “descubrimiento”. Esa partir del reconocimiento de la diferencia en que se estructura y elabora la identidad y quizás este factor fuese aún más determinante en losperiodos de la conquista y la colonia en cuanto los grupos confrontadoseran claramente diferenciables (racial y culturalmente). No obstante, llegadas las independencias y laépoca moderna, se consolidan las identidades nacionales, no supeditadas a la comparaciónextracontinental, sino a partir de características internas, lo que se ha llamado la “mismidad”, como lo haseñalado Raúl Dorra “pensar en laposible identidad de una posible cosa
es implicar la existencia de unespacio donde esa cosa es una consigo misma, una y única
y ese espacio no es otro que el espacio del ser;espacio donde la mismidad perdura, donde no hay otro acontecer que el de la presencia esencial o el de lasemejanza infinita” (Dorra, 1986: 48)
CHOQUEDE CULTURAS
En la conquista, el primer encuentro no es otra cosa que unchoque de ambas culturas (la indígena con laoccidental); y es tan fuerte, que ni unos ni otros logran comprenderlo y asimilarlo bien. En ese intento dequerer entender a los otros, ambos no hacen más que proyectar sus propias creencias, certezas yexpectativas, contrapuntos que se reducen, se tocan y se descifran, sin embargo, en el ámbito religioso.Si en la conquista y colonización se intentadespojar y desprender a los indios de su cultura (proceso deaculturación) es para imponer una nueva cultura (proceso de transculturación). No obstante, esta planificación no resulta del todo certera y es que si la relación de la cultura dominada fuese detransculturación, de asimilación, no habría disyuntiva, pues estaría aceptada sin más la cultura dominante. No se desconoce que hubo aculturación, esdecir, una pérdida cultural; empero la presencia del“traumatismo persistente”
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devela otra realidad (el supuesto alto grado de transculturación no fue tal).Desde un punto de vista etnoliterario percibimos la visión que tienen los indígenas en los periodos de laconquista y de la colonia respecto a la llegada de los hombres blancos (
dzules) y a la cultura que seimpone. Tal es el caso, en la culturamaya, de los libros del
Chilam Balam, con las predicciones del Katún 11 Ahau
. Estos textos nos muestran, no sólo la toma de conciencia, por parte de estos pueblos, del girohistórico que les tocaba padecer, sino, principalmente la preocupación por el futuro de su civilización y sucultura; no pueden, por tanto dejar de ser textos elegíacos. No obstante, a pesar de estos dolidos lamentos,o quizásgracias a ellos, en tanto se dan a conocer, no sólo por la oralidad sino a través de su translación,transcripción y plasmación a la escritura, logran revitalizar sus tradiciones, más allá de la pérdida quesupuso la supresión y destrucción de gran parte de sus patrimonios culturales (templos, bibliotecas, pinturas, etc.), espacio vacío que, por otra parte, es “llenado” con la nueva cultura.Lo quehay entonces es una presencia permanente de dos sistemas de valores, de dos culturas. ParaWachtel:“Hay pues, supervivencia de la tradición, pero sabemos también que dicha tradición,considerada en términos globales, sufre los efectos destructores de la dominación española: ladescomposición de la sociedad indígena no se ve compensada por otro tipo de organización.Hay deculturación sin verdadera...
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