Entremess
Páginas: 9 (2052 palabras)
Publicado: 14 de febrero de 2013
| Doña Lorenza y Cristina, su criada, y Hortigosa, su vecina. |
Doña Lorenza | Milagro ha sido éste, señora Hortigosa, el no haber dado la vuelta a la llave mi duelo, mi yugo y mi desesperación. Éste es el primero día, después que me casé con él, que hablo con persona de fuera de casa; que fuera le vea yodesta vida a él y a quien con él me casó. |
Hortigosa | Ande, mi señora doña Lorenza, no se queje tanto; que con una caldera vieja se compra otra nueva. |
Doña Lorenza | Y aun con esos y otros semejantes villancicos o refranes me engañaron a mí; que malditos sean sus dineros, fuera de las cruces; malditas sus joyas, malditas sus galas, y maldito todo cuanto me da y promete. ¿De qué me sirve a mítodo aquesto, si en mitad de la riqueza estoy pobre, y en medio de la abundancia con hambre? |
Cristina | En verdad, señora tía, que tienes razón; que más quisiera yo andar con un trapo atrás y otro adelante, y tener un marido mozo, que verme casada y enlodada con ese viejo podrido que tomaste por esposo. |
Doña Lorenza | ¿Yo le tomé, sobrina? A la fe, diómele quien pudo; y yo, como muchacha,fui más presta al obedecer que al contradecir; pero, si yo tuviera tanta experiencia destas cosas, antes me tarazara la lengua con los dientes que pronunciar aquel sí, que se pronuncia con dos letras y da que llorar dos mil años; pero yo imagino que no fue otra cosa sino que había de ser ésta, y que, las que han de suceder forzosamente, no hay prevención ni diligencia humana que las prevenga. |Cristina | ¡Jesús y del mal viejo! Toda la noche: ``Daca el orinal, toma el orinal; levántate, Cristinica, y caliéntame unos paños, que me muero de la ijada; dame aquellos juncos, que me fatiga la piedra''. Con más ungüentos y medicinas en el aposento que si fuera una botica; y yo, que apenas sé vestirme, tengo de servirle de enfermera. ¡Pux, pux, pux, viejo clueco, tan potroso como celoso, y elmás celoso del mundo! |
Doña Lorenza | Dice la verdad mi sobrina. |
Cristina | ¡Pluguiera a Dios que nunca yo la dijera en esto! |
Hortigosa | Ahora bien, señora doña Lorenza, vuesa merced haga lo que le tengo aconsejado, y verá cómo se halla muy bien con mi consejo. El mozo es como un ginjo verde; quiere bien, sabe callar y agradecer lo que por él se hace; y, pues los celos y el recato delviejo no nos dan lugar a demandas ni a respuestas, resolución y buen ánimo: que, por la orden que hemos dado, yo le pondré al galán en su aposento de vuesa merced y le sacaré, si bien tuviese el viejo más ojos que Argos y viese más que un zahorí, que dicen que vee siete estados debajo de la tierra. |
Doña Lorenza | Como soy primeriza, estoy temerosa, y no querría, a trueco del gusto, poner a riesgola honra. |
Cristina | Eso me parece, señora tía, a lo del cantar de Gómez Arias: |
Doña Lorenza | Algún espíritu malo debe de hablar en ti, sobrina, según las cosas que dices. |
Cristina | Yo no sé quién habla; pero yo sé que haría todo aquello que la señora Hortigosa ha dicho, sin faltar punto. |
Doña Lorenza | ¿Y la honra, sobrina? |
Cristina | ¿Y el holgarnos, tía? |
DoñaLorenza | ¿Y si se sabe? |
Cristina | ¿Y si no se sabe? |
Doña Lorenza | ¿Y quién me asegurará a mí que no se sepa? |
Hortigosa | ¿Quién? La buena diligencia, la sagacidad, la industria; y, sobre todo, el buen ánimo y mis trazas. |
Cristina | Mire, señora Hortigosa, tráyanosle galán, limpio, desenvuelto, un poco atrevido, y, sobre todo, mozo. |
Hortigosa | Todas esas partes tiene el que hepropuesto, y otras dos más: que es rico y liberal. |
Doña Lorenza | Que no quiero riquezas, señora Hortigosa; que me sobran las joyas, y me ponen en confusión las diferencias de colores de mis muchos vestidos; hasta eso no tengo que desear, que Dios le dé salud a Cañizares: más vestida me tiene que un palmito, y con más joyas que la vedriera de un platero rico. No me clavara él las ventanas,...
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