entrenamineto y dominio del sexo
La realización práctica de las enseñanzas ocultas comienza con la conquista de sí mismo, ya que todo aquél que aspira a conocer los secretos de la Naturaleza y a cambiar su destino, debe entablar una tenaz lucha consigo mismo hasta llegar a vencerse. Esto es el encontrarse a sí mismo puesto que el Yo permanececasi siempre desconocido y en las sombras. Surgen en el individuo innumerables tendencias, deseos y emociones que dividen su personalidad manifestándose como una entidad compleja y mudable que actúa y reacciona según las influencias que va recibiendo desde el exterior, o sea, lo que le va sucediendo en la vida. Por vivir en un cuerpo material, se origina un perpetuo conflicto entre lo que reclama elespíritu o Yo y lo que desea el cuerpo o masa, produciéndose en todo momento un dominio del cuerpo sobre el espíritu. Empeora esta situación la identificación que se produce entre el Yo y las sensaciones puramente orgánicas. “Yo tengo hambre” o “Yo tengo sueño” se refieren exclusivamente a estados corporales que se reflejan en el Yo y lo obligan a proceder de acuerdo con estas sensaciones.
El Yoes igual a una persona a la cual se pretendiera llevar en varias direcciones al mismo tiempo. No puede existir conciencia cuando el Yo sufre el dominio de fuerzas encontradas que lo empujan hacia donde él no quiere ir.
Si queremos ser conscientes debemos imponernos a los instintos, los sentimientos y las emociones, a fin de que el Yo sea en todo momento el amo y no el esclavo.
Es corrienteencontrar individuos que ejecutan actos que van en contra de sus principios y deseos, y esto es porque el Yo en ese momento se vio dominado por una fuerza inferior. Desde el momento en que el cuerpo es nuestra manifestación concreta, visible y tangible debemos poner en orden esta compleja fábrica en que cada obrero manda sobre el dueño o patrón. Nuestro cuerpo es un verdadero universo en miniaturadonde cada órgano representa a un cuerpo planetario y realiza funciones que van en beneficio de un Todo inteligente que debe ser el dueño y gobernador de ellos.
A fin de proceder a la unificación de las energías bajo el mando del Yo es indispensable tener un centro de gravedad permanente y estable, es decir un ideal por realizar aquí en la tierra que viene a ser similar a la raíz de un árbol.
Elque no tiene un ideal juega con sus deseos, instintos y emociones, creando el caos completo en su pequeño Universo o Microcosmo.
Si nos examinamos y observamos atentamente, veremos la increíble influencia que tienen sobre nosotros los estados de ánimo por los cuales vamos atravesando, estados que condicionan nuestras acciones. Estos estados anímicos son producidos por todo aquello que va penetrandopor nuestros sentidos tanto bueno como malo, o sea que somos una especie de esclavos de la causalidad.
La gran cantidad de sugestiones que recibimos va condicionando nuestro estado de ánimo, sea hacia lo positivo o hacia lo negativo. El subconsciente es igual a la tierra fértil que concibe toda clase de semillas, sean buenas o malas.
Paralelamente a las sugestiones que se reciben desde elexterior surgen los deseos nacidos de la masa o cuerpo físico, que tienden únicamente a su propia satisfacción y placer.
Las pasiones dominan al hombre en mayor o menor grado según su evolución espiritual e inevitablemente lo conducen a metas jamás deseadas por el verdadero y único Yo o espíritu del individuo. Un hombre dominado por una pasión deja de ser consciente e inteligente para descender almismo nivel del animal que es movido sólo por sus instintos. Es difícil, sin embargo, distinguir entre la pasión y un deseo del Yo, lo cual puede lograrse únicamente a través de una cuidadosa auto-observación.
Pasión, como su nombre lo indica, es un estado pasivo, o sea, un estado en que el individuo actuó como hembra, es decir, concibió dentro de su alma un deseo que le llegó desde fuera en forma...
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