Entrenando nuestro cerebro: ¿Aeróbicos y constancia hacen al maestro?

Entrenando nuestro cerebro: ¿Aeróbicos y constancia hacen al maestro?

Dicen un refrán “Chango viejo no aprende maroma nueva”. ¿Cuántas veces hemos escuchado que alguien se ampara en esta frase para no hacer el esfuerzo de aprender algo? “Ya soy demasiado viejo”, escuchamos. “Ya se me han muerto muchas neuronas”. “No doy para mas, ni te esfuerces, no te voy a entender”. Estas y otrasjustificaciones son muy útiles para no poner al cerebro en funcionamiento.

¿Es cierto esto?, ¿es la edad un impedimento real para que nuestro cerebro desarrolle nuevas habilidades y destrezas?

Existe una forma de poder e inteligencia que representa el punto más alto del potencial humano. Es la fuente de los mayores logros y descubrimientos de la historia. Es una inteligencia que no se enseña en lasescuelas ni los profesores analizan, pero de la que, en algún momento, casi todos hemos tenido destellos en nuestra experiencia. Esa forma de inteligencia suele llegar a nosotros en un periodo de tensión: un plazo está por vencerse, la necesidad apremiante de resolver un problema, una crisis de uno u otro tipo. O bien, puede ser resultado del trabajo incesante en un proyecto. En un caso u otro,presionados por las circunstancias, nos sentimos inusualmente vigorosos y concentrados. Esta concentración intensa despierta todo tipo de ideas, las cuales se nos presentan mientras dormimos, de la nada, como surgidas del inconsciente. En momentos así, los demás parecen menos reacios a nuestra influencia; tal vez les prestamos más atención, o parecemos tener un poder especial que les inspirarespeto.

Una vez vencido el plazo o superada la crisis, esa sensación de poder y creatividad acrecentada suele desaparecer, ¡Si pudiéramos producir esa sensación, o mantenerla viva más tiempo…! Pero parece misteriosa y elusiva.

Llamemos a esa sensación Maestría: la impresión de que tenemos un mayor dominio de la realidad, los demás y de nosotros mismos. Aunque esto podría ser algo queexperimentemos un breve momento, para otros individuos –maestros en su campo- es un modo de vida. Entre ellos se cuentan no muchos pero que dejaron huella en la historia tales como Leonardo da Vinci, Napoleón Bonaparte, Charles Darwin, Thomas A. Edison, Martha Graham y muchos más. Y la raíz de de este poder está en un procedimiento sencillo que desemboca en la maestría, el cual se halla a disposición de todosnosotros.

El procedimiento es sencillo y puede ilustrarse: supongamos que vamos a aprender a tocar el piano, o que tenemos un nuevo trabajo en el que debemos adquirir ciertas habilidades. Al principio somos extraños. Nuestras impresiones iniciales del piano o sitio de trabajo se basan en prejuicios, y suelen contener un elemento de miedo. Cuando emprendemos nuestro estudio del piano, elteclado parece intimidatorio; no entendemos la relación de las teclas, los acordes, los pedales y todo lo demás que interviene en la creación de música. En la situación de un trabajo nuevo, desconocemos las relaciones de poder entre la gente, la psicología de nuestro jefe, las reglas y métodos considerados decisivos para el éxito. Nos confundimos; los conocimientos que necesitamos están, así pareciera,fuera de nuestro alcance.

El gran peligro es que cedamos al aburrimiento, la impaciencia, el miedo y la confusión. Dejamos de observar y aprender. El proceso se interrumpe. Si, por el contrario, controlamos esas emociones y dejamos que el tiempo siga su curso, algo extraordinario empieza a cobrar forma. A medida que observamos y seguimos el ejemplo de los demás todo se aclara, porqueaprendemos las reglas y vemos como las cosas operan y embonan entre sí. Si continuamos practicando, adquirimos fluidez; el dominio de las habilidades básicas nos permite aceptar retos nuevos y más emocionantes. Comenzamos a advertir entonces relaciones antes invisibles para nosotros.

En cierto momento pasamos de estudiantes a profesionales. Usamos nuestro mayor conocimiento en formas cada vez más...