Entrevista De Administracion Basica

Aquí está la historia de medio siglo de la televisión mexicana, desde su primera transmisión –una misa–, hasta los líos familiares para hacerse de su control. Por sus páginas desfilan lo mismo comediantes, cantantes, productores de telenovelas, conductores de noticieros, que presidentes de la República, gobernadores, jefes policiacos. Nación TV cuenta la historia de la televisión y del poder, seaéste partidista, presidencial, religioso o económico. Medio siglo de una televisión monopolizada cuyo espíritu se mantuvo inamovible: “entretener a los jodidos”.
Esta novela es, también, una reflexión sobre las relaciones entre padres e hijos, de tres generaciones de Azcárraga que quisieron imprimirle a su herencia un estilo personal para adueñarse de México.la ficcion es casi siempre una palidaimagen de la realidad. Pues a pesar de los años aún conservamos la misma idiotez e imbecilidad del “Chavo del 8″ ,la candidez con la que creemos que “Chabelo es un escuincle ,la tolerancia al castigo como las restiradas y tiradas actriccillas de los culebrones , la sumisión con la vemos un partido de futbol , y la fe ciega con la que vemos los noticieros y aNolistas políticos, que nos ha ofrecidoesta estirpe, milicia del PRI por tres generaciones. Interesante propuesta. Fabrizio le apostó a lo seguro: el odio de una parte de la izquierda mexicana a televisa. Ello le ganó de antemano el aplauso de un sector de la población (su clientela). Sin embargo, ¿cuántos de estos “críticos” del imperio Azcárraga han leído realmente el libro Nacion TV? Yo lo hice y fue una tortura llegar al final. Loterminé sólo para poder decir con conocimiento de causa que es una obra simplista, maniquea, llena de lugares comunes y escrita con las vísceras y no con el cerebro. No puedo creer que el autor sea el mismo Fabrizio Mejía que ha firmado tantos ensayos valiosos y el que acaba de publicar en Alfaguara la novela Vida digital. Si piensan comprar Nación TV, luego no vayan a quejarse a la librería paraque les regresen su dinero. Están avisados.
“Que nos odien más”, grita Emilio Azcárraga Jean frente a las cámaras de Televisa, su canal. Hincado en la grama, sin ninguna mesura, se pone una playera con el mismo mensaje sobre el pecho. Parece no importarle que la condonación de una deuda de casi US$300 millones a su empresa con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) dos semanas antes hayaenfurecido a muchos mexicanos. Los mismos que le reclaman haber fabricado un candidato presidencial a su medida.
El América -su equipo de fútbol- acaba de ganar el torneo de clausura de la liga mexicana en el tercer estadio más grande del mundo, el Azteca -su estadio-, construido en 1966 porsu padre, Emilio Azcárraga Milmo.
Esta escena del 26 de mayo era la que le faltaba al periodistaFabrizio Mejía para cerrar su libro Nación TV y demostrar qué tanto de Azcárraga tiene Azcárraga Jean. “Tenía yo una imagen muy distinta de él, la de un tipo más concentrado en sus negocios de entretenimiento y no tan disperso y prepotente como el Tigre o su abuelo”, reconoce.
Ese día de celebración eufórica la novela ya estaba en las librerías de todo el país. Editada por Grijalbo, ya va en la segundaedición. Y las ventas, confiesa Mejía, aumentaron todavía más cuando se hicieron públicas unas amenazas que recibió.
“Es una novela basada de manera distante en personajes reales. Cualquier parecido con la realidad es culpa de la realidad”, explica Mejía en sus primeras páginas.
Masa y poder. Nación TV es un libro de denuncia, y el uso de la ficción pareciera ser una decisión para evitarseproblemas. Mejía usa este formato cuestionable para vincular a la televisora con la iglesia, el narcotráfico y las dictaduras latinoamericanas, junto con acusarla de controlar la selección de fútbol en México, evadir impuestos, influir en los presidentes y mantener un imperio por encima del Estado y de las leyes.
La mayoría de los hechos narrados en el libro han sido registrados en diferentes...