Entrevista el ministro de salud

[pic]A cuatro meses de asumir, el ministro de Salud, Jaime Mañalich Muxi, "tira el mantel":
Me declaro laguista en Salud

El ministro señala que no llegó a privatizar el sistema público de salud, que las concesiones de los hospitales se le ocurrieron al ex Presidente Lagos y que no tiene la menor intención de dañar la imagen de Michelle Bachelet. Hace un análisis descarnado de lo que seencontró en el ministerio, critica duramente a los gremios y a los parlamentarios de la oposición y todo... con plumón y pizarra en mano.  
ROCÍO MONTES R. El Ministerio de Salud, en calle Mac-Iver 541, es un témpano de hielo. Los funcionarios caminan por los pasillos enfundados en gruesas chaquetas. Al visitante no le queda otra que imitarlos: dentro se siente más frío que en la calle... donde ya hacemucho frío. En la oficina del ministro, Jaime Mañalich, la situación no mejora.

-¿Cómo no se ha pillado una pulmonía?

Él esboza una semi sonrisa y guarda silencio por unos segundos...

-"Es apenas una muestra del plan de racionalización del Gobierno y de este ministerio", contesta.

Sea como fuere, Mañalich se compadece: toma el control remoto, apunta hacia la muralla y de a pococomienza a funcionar la calefacción.

-"Antes estaba prendida todo el día, ahora no. Es un privilegio que me va a durar hasta que usted se vaya, porque después la apagaré altiro", advierte el ministro serio.

Le agradecemos el gesto.

Gestión, gestión, gestión

Hasta el 11 de marzo, Jaime Mañalich Muxi era director de la Clínica Las Condes, uno de los centros privados con mayor prestigio enChile. Las diferencias entre ambos trabajos parecen obvias -en la clínica se habrá prendido la calefacción- pero el secretario de Estado asegura no echar de menos: "Nada. Todos los días me levanto con la convicción de que esto es lo que me corresponde hacer en este momento de la vida".

-¿Cree que podrá acompañar al Presidente hasta el final?

-El Ministerio de Salud es probablemente la carteracon mayor complejidad del Gobierno. Entonces, desde un punto de vista probabilístico, la posibilidad de completar un período presidencial es remota.

-¿Hace cuánto tiempo no trabaja en un hospital público?

-Hace diez años.

-De lo que ha visto en este tiempo, ¿qué es lo que más le ha impactado?¿Las guaguas que nacen en los baños, los enfermos que se mueren tras ser dados de alta, las colas?-Lo que más me impacta es una figura un tanto teórica, donde, justamente, se halla el origen de todas las situaciones que usted enumera. Los clínicos -médicos, enfermeras, etcétera- han tenido una buena disposición para incorporar toda suerte de apoyo tecnológico con el objetivo de mejorar su capacidad asistencial... Existe, sin embargo, una resistencia absoluta a incorporar a la ingenieríaindustrial y a la economía en el mundo de la gestión hospitalaria. Al llegar al Ministerio de Salud yo encontré exactamente la misma situación que se vivía en la Clínica Las Condes hace 14 años, donde mi esfuerzo fundamental fue decir "incorporemos tecnología de gestión moderna a la actividad clínica".

-Pero, ministro... ¿Es posible comparar dos escenarios tan distintos, como la Clínica Las Condesy el sistema de salud público?

-Son iguales porque el problema que enfrentaba la clínica es el mismo que hoy tiene el sector salud: la falta de gestión. No hay gestión de recursos humanos, de infraestructura, no hay mantención de equipamiento, no hay logística moderna, los contratos no se hacen bien, etc.

-¿Quién se resiste, según usted?

-La resistencia es de los gremios y de losprofesionales. Voy a dar un ejemplo. Actualmente tenemos una deuda hospitalaria gigantesca: 120 mil millones de pesos, de los cuales 60% tiene que ver con la compra de insumos y medicamentos. Pero la Central Nacional de Abastecimiento (Cenabast), que puede comprar a precios que están un 30% por debajo del valor del mercado, apenas adquiere el 17% de lo que se compra en la red hospitalaria. Si nosotros...