Entrevista a Clara Campoamor
Usted fue laverdadera artífice de la aprobación de este derecho. Pero para lograrlo, no sólo tuvo que luchar contra su propio partido, sino que mantuvo un enfrentamiento dialéctico con Victoria Kent. ¿Cómo vivió estas dos situaciones?
(Resopla). Fue una situación complicada, pero traté de defender mis ideales por encima de todo. Siempre he actuado de manera coherente con mis pensamientos y mis valores: yalo hice durante la dictadura de Primo, rechazando el nombramiento de ateneísta, con la consecuencia de tener que pedir la excedencia de mi cargo de Instrucción Pública perdiendo cien puestos en el Escalafón, que no recobré después; y, por supuesto, este momento clave en la historia de España no iba a ser menos.
Los hombres de mi partido decidieron anteponer criterios utilitaristas a razones deética humana y muchos, como Novoa Santos, tomaron como argumentos en contra del voto femenino motivos fisiológicos, como “la enfermedad del histerismo”, supuestamente inherente a la mujer. Y permítame que mencione que, aquel 1 de octubre, quienes sufrieron histerismo fueron los diputados. Fue el gran día del histerismo masculino, dentro y fuera del Parlamento.
Respecto a la discusión con laseñora Victoria Kent, la parte negativa es que la disparidad de nuestras opiniones fue utilizada por algunos medios para ridiculizar y desprestigiar a las mujeres. Cuando en realidad lo que había sucedido es que, para la diputada radical-socialista, lo más importante eran los intereses de los partidos, mientras que para mí, el derecho de las mujeres al voto era prioritario.
En definitiva, losargumentos que se dieron en contra del voto femenino eran la ignorancia, el condicionamiento biológico, la mediatización de la Iglesia… Y todos ellos caían por su propio peso, teniendo en cuenta que la emancipación de la mujer se debe llevar a cabo a través de la formación y la educación, como ocurrió en su momento con el hombre.
Siento haberme extendido tanto en la respuesta a esta pregunta, y másaún siendo la primera (entre risas). Pero el recuerdo de aquel día y la consecución del voto femenino es un asunto muy arraigado dentro de mí y me gusta tratarlo con pasión. Prometo ser más escueta con el resto de preguntas. (Ríe).
Siguiendo con el tema del voto femenino, las mujeres votan por primera vez en las elecciones generales del 20 de noviembre de 1933 y se produce un vuelcocentro-derechista, con Lerroux y Gil-Robles como cabezas visibles. Se estableció una relación de causalidad entre estos dos acontecimientos y se le culpó a usted al respecto. ¿Qué opina de estas acusaciones?
Como bien expuse en la carta publicada en El Heraldo de Madrid el 26 de noviembre de 1933, sostengo y sostendré que los motivos del triunfo centro-derechista son totalmente ajenos al hecho de que lamujer hubiese podido votar. Pues tras un análisis de los resultados electorales en varias ciudades, llegué a la conclusión de que las causas de la victoria electoral conservadora había que situarlas, entre otros hechos, en la escisión que se produce dentro del bloque republicano y en la falta de eficacia del Gobierno en determinados aspectos, como la Ley Agraria: los anarquistas, muy enfadados con lossucesos de Casas Viejas y descontentos con el gobierno de izquierdas, pidieron a sus afiliados la abstención. Posteriormente, en 1936, el tiempo me dio la razón a mí, pero también a la mujer como colectivo, constatando con la victoria de Frente Popular, que el voto femenino no fue el causante del giro conservador del 33, sino el mal hacer del gobierno.
¿Cree que tales acusaciones...
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