Entrvista
Manuel Camacho Solís
(Coordinador del Diálogo para la Reconstrucción de México)
El Universal
El conflicto que se hizo público entre la Presidencia y MVS es la gotaque derrama el vaso de una relación entre la política, la prensa y las empresas de comunicación que le representa altos costos al desarrollo económico, la democracia y el ejercicio de las libertades. Elmodelo existente es disfuncional para la sociedad y a mediano plazo lo será incluso para las empresas que hasta ahora se han beneficiado.
El conflicto hizo ostensible que el modelo no protege elinterés público. El otorgamiento de las concesiones sobre el espectro radioeléctrico —que es un bien público— es completamente discrecional. Lo mismo se cobran caro que se llegan a regalar, se prolongansus tiempos de duración o se aplican las leyes a conveniencia. Está demostrado que el otorgamiento de las concesiones ha sido un poderoso instrumento de control político a partir de actos decomplicidad.
Esta rencilla demostró que el gobierno no tiene ningún interés en favorecer la competitividad. En este caso, la “supercarretera” —el carrier de carriers— representaba la posibilidad de mayorcompetencia en el sector. La asociación entre MVS, Alestra y otras empresas extranjeras como Clear Wire, constituía un grupo diferente a los de las televisoras, cableras y a la principal telefónica. Elproyecto había sido bien visto con simpatía por la Cofetel y por la Cofeco. La pugna llevará a acentuar el retraso tecnológico. Si la banda ancha ofrece posibilidades de mayor rapidez, menor costo yvelocidad para los usuarios de internet, su no introducción significará años adicionales de retraso por los juicios a los que dará lugar el conflicto. Este retraso se adiciona al tiempo que ya se perdiópor falta de decisiones oportunas.
Este asunto ha expresado con crudeza cómo la libertad de expresión puede quedar condicionada a intereses políticos y comerciales. Ya no queda ninguna duda de que...
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