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Probablemente usted diga:
No sé en qué momento llegamos aquí, a este instante en donde nos sentimos vacíos, solitarios, desesperados y confundidos. No sé cómo dejamos de pensar en Dios, no sé enqué momento lo sacamos de nuestra mente, no entendemos como nos dejamos llevar tan fácilmente.
Lo que antes para nosotros era prohibido se hizo normal, nos acostumbramos a pecar, el dolor por hacerlodesapareció poco a poco, nuestra mente ya no nos acusa y hasta en ocasiones sentimos placer de hacerlo, ¿Que ha pasado con nosotros?
Éramos tan sensible a su presencia, sin embargo ahora nos hemosconvertido en unos insensibles, no podemos sentirlo, no hacemos nada por experimentarlo, nos paramos allí esperando que algo pase y no pasa nada, muchas veces sabemos que somos el problema sinembargo no hacemos nada para salir de allí.
Nos encontramos en un hoyo profundo, no tenemos intención real de cambiar aunque sabemos muy bien que estamos mal, nos cansamos de ser bueno, nos cansamosde perder aunque sabemos que para ganar tenemos que perder, en ocasiones lo hemos cuestionado y aunque sabemos las respuestas y que la razón siempre la tiene Él no sé por qué razón nos hacemospreguntas sin sentido.
El fuego se apagó, la pasión la opacamos, el Espíritu Santo lo contristamos y lo peor de todo es que somos consciente de todo y no hacemos nada para solucionarlo.
¡Lloramos depena!, ¡Lloramos de dolor!,(…) ¡Lloramos al recordar lo que éramos y lo que ahora somos!
Pero si usted Hoy en verdad quiere comenzar de nuevo, y aunque muchas veces no tenemos deseo de hacerlo¡Tenemos que hacerlo!
Dentro de nosotros sabemos que no hemos nacido para esto, no es lo nuestros vivir así, Dios nos marcó para ser uno de los suyos, para hacer la diferencia, para vivir con pasión, parallevar a cabo su obra, para cumplir sus planes, sus promesas y propósitos en nuestras vida, por eso y más ¡Tenemos que salir de ahí!
“Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida;...