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Ante estafrase encontrada se ocurre que tan concisa afirmación debe ser sin duda uno de los errores más grandes de nuestra época. Sin embargo, no se niega que en efecto lostiempos han cambiado, pero nopodemos dejar de lado que aun siguen persistiendo los tabúes respecto a la sexualidad.

Pareciera mentira que en pleno siglo XXI aún haya quien considerala sexualidad como un tema del que "no sehabla". Y más difícil creer que algunas mujeres consideran que ellas no pueden manifestar sus deseos. Pues a pesar de que han transcurridosiglos, aún existen muchos mitos y tabúes en torno a la sexualidad,donde analizando podríamos encontrar que la mayor dificultad proviene de la falta de educación sexual. Es ciertoque en la escuela nos enseñan correctamente los temas sexuales, pero ahí ladescripción se reduce al hecho fisiológico, donde otros aspectos de la sexualidad quedan totalmenteexcluidos.

Para comenzar el primer tabú que aun permanece en este pleno siglo XXI y que pudiera ser aquelque da cabida a todos los demás tabúes, es el simple hecho de la desigualdadde los sexos. Las desigualdades establecen relaciones de poder que, por lo general, van en menoscabo de la mujer.Desarrollo:
Es preciso saber que el término de “sexualidad”comenzó tardíamente, a principios del siglo XIX, esta palabra hace referencia a diversos fenómenos tales como mecanismos biológicos de lareproducción o como variantes individuales osociales del comportamiento (Foucault, 1984)
Sin embargo siglos y siglos atrás aun sin la aparición tal de la palabra “sexualidad” este viene siendo un temalleno de tabúes.
Desdesiempre, mujer es casi sinónimo de madre, lo cual deriva en la idea del amor femenino debe ser romántico, así como el hecho de que debe tener una pasividad erótica y no tomar