Epidemias
François Marie Arouet, escritor y filósofo francés, más conocido como Voltaire afirmaba que podremos no estar de acuerdo con lo que la gente dice, pero que es nuestro deber defender, si espreciso con la muerte, el derecho que todos tenemos a decir lo que pensamos. Más también tenemos la obligación de rebatir esas opiniones, si es que no estamos de acuerdo con ellas.
Y cuando sonpeligrosas para la vida de toda la comunidad, no debemos dejarlas pasar sin crítica. Esto viene a cuento por la gran cantidad de comentarios que niegan la existencia del virus de la influenza humana, elAH1N1, porque negarlo, ahora, es ponernos todos en peligro.
Primero en el internet se desató una serie de correos que negaban su presencia y atribuían la alerta sanitaria a “una campaña de miedo ypsicosis” orquestada para disfrazar “algún fraude o militarización del Estado” para desviar “la vista de todo el pueblo”. Aseguraban, con desparpajo y sin mayores pruebas, que “la epidemia no eraepidemia”, que el virus “fue fabricado en un laboratorio”, que era una estrategia del gobierno, una “cortina de humo” para “beneficiar a dos grandes grupos: los laboratorios y a la iglesia”, que buscaban“enfermar sicológicamente” a la población sana y que fue una “conspiración para distraer a todos los ignorantes” del país, para evitar la realización del desfile del 1° de Mayo y “no poner atención a lareforma migratoria en Estados Unidos”, siendo la intención del gobierno mexicano “aislarnos del resto del mundo” y “posponer las elecciones”, reflejando estos argumentos falaces una terrible ignorancia.
Yluego que pasó la fase más severa de la emergencia, en donde el país se paralizó, los comentarios que se escuchaban eran de negación de la campaña sanitaria y de acusaciones de exageración de lasmedidas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud y de su inutilidad, “al fin de que no nos iba a pasar nada” y fue “puro gasto de recursos”, porque “se mueren más de sida y de hambre que...
Regístrate para leer el documento completo.