Episte

La literatura posee todas las características secundarias de la ciencia.
No hay una sola ciencia que no haya sido tratada por la literaturauniversal.
La literatura como la ciencia es metódica.
Al igual que la ciencia, la literatura tiene una moral, tiene una determinada manera de extraerde la imagen que de sí misma se forma las reglas de su actividad.
Ambas son discursivas.
El lenguaje para la ciencia no es más que un instrumentoque interesa que se vuelva lo más transparente, lo más neutro posible, al servicio de la materia científica que se supone que existe fuera de él yque le precede: por una parte, y en principio, están los contenidos del mensaje científico, que lo son todo, y, por otra parte, a continuación estala forma verbal que se encarga de expresar tales contenidos, y que no es nada.
Muy por el contrario, en la literatura, no pudo ya seguir siendo elcómodo instrumento o el lujoso decorado de una “realidad” social, pasional o poética, preexistente , que él estaría encargado de expresar de manerasubsidiaria, mediante la sumisión a algunas reglas de estilo: el lenguaje es el ser de la literatura, la literatura está contenida en el acto deescribir.
La literatura es la única que soporta la responsabilidad total del lenguaje, pues si bien es verdad que la ciencia necesita del lenguaje,no está dentro del lenguaje como la literatura.
La ciencia se enseña, se enuncia y se expone. La literatura se realiza, más que se transmite