EQUIDAD DE GENERO
El desarrollo de la responsabilidad compartida y bien tratante
Es evidente que, con las particularidades de cada situación, hijo e hijas tienen acceso a sus papás y mamás. El interrogante que nace entonces es: ¿cual es esteacceso y como la perspectiva de género influye en las formas y posibilidades?
Al llegar a esta pregunta inicié un recorrido en busca de investigaciones que me dieran datos y me permitieran, a partir de una realidad, pensar en respuestas y nuevos interrogantes. En esta búsqueda encontré en el libro “La vida cotidiana en las nuevas familias” de Catalina Wainerman una interesante investigaciónrealizada en Argentina en 2005 con familias de la región metropolitana de Buenos Aires que propone analizar el “grado de participación en la reproducción cotidiana[6]” de los hombres. Para medirlo divide la investigación en dos partes: tareas domésticas y de cuidado de los hijos e hijas.
En nuestro artículo nos interesan las dos: directamente y donde le daremos mayor atención y detalles la que dice alcuidado de la prole e indirectamente las tareas domésticas.
La investigación comparo 200 familias argentinas compuestas por parejas con por lo menos un hijo pequeño (máximo hasta 4 años de edad), divididas en dos grupos por estratos sociales (bajo y medio) y dentro de ellos en otros dos grupos: uno donde ambos cónyuges eran proveedores y otro donde el proveedor era exclusivamente el varón,obteniendo así 50 familias con un único proveedor varón, 50 familias con ambos cónyuges proveedores en cada estrato social.
La investigación entrega datos interesantes sobre la participación masculina, confirmando que los hombres realizan tareas en el hogar, las llamadas ocasionales, pero muy poco de las tareas domésticas cotidianas, según Wainerman, 77 %[7] de los hombres se abstienen de estas tareas adiario - el día-a-día es cosa de mujeres - lo que no quiere decir que no “ayuden” en los finales de semana o cuando están en casa. Sucede que en 50 % de estas familias sus parejas también no están en casa durante la semana, aunque las mujeres en general trabajen menos horas que los hombres[8]. Esto nos lleva a indagar: ¿quien lleva a cabo entonces estas tareas cotidianas? Muchas de las mujeresdelegan tareas pero es importante separar la delegación de la tarea con la responsabilidad por la concretización, ya que esta también requiere energía. Aún delegando, será la mujer de la casa la que será cobrada, por si propia, por sus compañero y entorno, caso el servicio no se concrete a contento.
Sin una participación efectiva desde su compañero en las tareas del cotidiano, las mujeres tambiéntienen menos tiempo para dedicarse a la maternidad responsable y bien tratante. No bastará una participación paterna más presente, se hará necesaria una equidad en todas las tareas reproductivas, para que se pueda garantizar tiempo que posibilite una participación materna de calidad, y la transmisión de modelos más equitativos de pareja.
En relación a las actividades de cuidados de los hijos ehijas la autora propuso evaluar la participación materna y paterna en 18 actividades, 11 consideras cotidianas y 7 ocasionales[9] y encontró datos interesantes sobre que es del cuidado de los niños y niñas. De las 18 actividades diferentes que investigó, encontró que 11 de ellas no son delegadas a terceros, en ningún grupo o estrato social, estas están asociadas a la instalación de hábitos dehigiene, de responsabilidad o de obediencia, asistir a las reuniones de escuela, hablar con los maestros o llevarlos al médico. Entre las que se delegan están las tareas de ejecución simple como cambiar pañales, dar de comer, bañar y vestir y quienes las ejecutan son las hermanas o hermanos mayores, abuelas y tías, especialmente en los sectores sociales más bajos, u otras mujeres de servicio domestico...
Regístrate para leer el documento completo.